01. ¡Ah! ¡Los hombres de acción! ¡Los activos! Hay que ver cómo se cansan ellos y nos cansan a los demás por no hacer nada. ¡Y qué vanidad más boba la que nace de una turbulencia baldía! (...) ¿Qué ha quedado de todos los Activos, de Alejandro, de Luis XIV, etc. , incluso de Napoleón, tan próximo a nosotros? El pensamiento es eterno, como el alma, y la acción es mortal, como el cuerpo.
02. A veces, cuando descubro que no he escrito una sola frase después de haber borroneado páginas enteras, me desplomo en mi sillón y allí me quedo, mareado, hundido en un pantano de desesperación, odiándome y culpándome por este orgullo demente que me hace encapricharme por una quimera. Un cuarto de hora después todo ha cambiado; el corazón me da saltos de alegría.
03. La diferencia que ha existido siempre entre mi modo de ver la vida y el de los demás ha hecho que me encerrase -¡no bastante, por desgracia!- en una áspera soledad de la que nada lograba hacerme salir. Me han humillado tantas veces, he escandalizado y hecho gritar tanto que he terminado, desde hace ya mucho tiempo, por reconocer que, para vivir tranquilo, hay que vivir solo y poner burletes en todas las ventanas por miedo a que el aire del mundo llegue hasta uno.
04. Si la sociedad sigue a este paso creo que veremos místicos otra vez, como los hubo en todas las épocas oscuras. (...) Y la humanidad, como la tribu judía en el desierto, se pondrá a adorar a toda suerte de ídolos.
05. No estoy con nadie, en ningún sitio, no soy de mi país y puede que tampoco del mundo. Aunque muchos me rodeen, sigo estando solo; por eso los huecos que dejó la muerte en mi vida no aportaron a mi alma un nuevo estado de ánimo, sino que acentuaron ese estado. Yo estaba solo por dentro y ahora estoy también solo por fuera.
06. ¿Me comprenderás hasta el final, soportarás el peso de mi tedio, mis manías, mis caprichos, mis desánimos y mis coléricas mudanzas?
07. El contemplar una vida que una pasión violenta -de la índole que sea- ha vuelto miserable es siempre algo más instructivo y altamente moral. Eso rebaja, con una ironía aullante, tantas pasiones banales y manías vulgares, que uno queda satisfecho al pensar que el instrumento humano puede vibrar hasta ese extremo y subir hasta tonos tan agudos.
08. Cuando entré en tu casa me pareció volver de nuevo al pasado, a uno de esos hermosos crepúsculos tristes del año 1843, cuando aspiraba el aire desde mi ventana, lleno de tedio y con la muerte en el alma.
09. Las mujeres, que han amado tanto, no conocen el amor, por haber estado demasiado ocupadas con él; no tienen un apetito desinteresado por lo Bello.
10. Frente a los grandes méritos de otro no hay más medio de salvación que el amor.
11. Quisiera mandarte únicamente palabras dulces y tiernas, de esas suaves como un beso que algunos saben decir pero que, en mi caso, se quedan en el fondo del corazón y expiran al llegar a los labios. Si yo pudiera, cada mañana tu despertar se vería perfumado por una olorosa página de amor.
12. Es bueno, e incluso puede ser hermoso el reírse de la vida, con tal que se viva. Hay que colocarse por encima de todo, y por encima de uno colocar su espíritu, es decir, la libertad de la idea: declaro impío todo límite a ésta.