01. Desde el punto de vista individualista del anarquismo, parece difícil mostrarse hostil a seres humanos que, contando solamente con su vitalidad individual, intentan realizar todas o parte de sus aspiraciones...
02. La plena y entera disposición del trabajo y de sus productos (es decir, la plena y entera facultad de trocar dicho producto, de cambiarlo, de alienarlo e incluso de legarlo) va acompañada de la plena facultad de posesión del medio de producción que se hace valer ya sea individualmente o por asociación. Lo esencial que hemos de tener presente es que gracias a la posesión personal de la herramienta o de la máquina o procedimiento de producción, la unidad productora, en caso de ruptura de contrato de asociación, no se halle jamás desprovista, entregada a la arbitrariedad o sometida a las condiciones de un medio social al que le repugnase pertenecer.
03. Nosotros no nos dirigimos a los que opinan que no hay más salida que dejar a la "inevitable evolución" seguir su lento curso. Nos dirigimos a los insatisfechos y a los que dudan. A los descontentos consigo mismo, a aquellos que sienten el peso de cientos y cientos de siglos de convencionalismos y prejuicios. A aquellos que tienen sed de verdadera vida, de libertad de movimiento, de actividad real y que no encuentran alrededor más que maquillaje, conformidad y servilismo.
04. El ser humano es el origen, el fundamento de la humanidad. Es demasiado evidente que el individuo pre-existió al grupo. La sociedad es el producto de adiciones individuales.
05. Tanto mejor para el que obtiene en cambio más productos o más finos, pues es equitativo que cada uno aproveche todo lo que pueda su esfuerzo individual. No podré sentir celos y, mucho menos no interviniendo yo en su consumación, así como él tampoco participa en mi producción. La determinación de las necesidades es cuestión de apreciación personal y tal objeto de consumo que a mí me parece indispensable, para otro es superfluo.
06. El comunismo (autoritario) solo es compatible con la moral de la renunciación, es decir, con una moral de esclavos.
07. No guardo rencor a los fríos de alma, pero no comprendo quienes puedan ver llorando a la mujer amada, insensibles y en calma.