Frases de Eleanor Catton - Página 4

01. Cuando me propongo ganarme el afecto de una alumna, no empiezo por darle una prórroga si no la necesita de verdad. Empiezo por cultivar una cultura de envidias en el aula. La envidia constituye un elemento clave en todo entorno de aprendizaje, porque implica competencia y la competencia supone excelencia. Únicamente en una clase donde haya envidia puede florecer un afecto verdadero y ferviente. "El ensayo general" (2008)

+ Frases de Excelencia + Pensamientos de "El ensayo general"


02. Lo que me ponía nerviosa, cariño, eran las profundidades de tu ser, esas profundidades pantanosas, siempre envueltas en niebla, ese territorio no cartografiado. Lo que yo quería era algo protegido, demostrado. Anhelaba un sentimiento por defecto, no un sentimiento inquieto e inseguro, semejante a un lugar prohibido en el que todo está cubierto de miedo e incluso de culpa. No deseo que me seduzcan. Lo único que quiero es estar cómoda. "El ensayo general" (2008)

+ Frases de Seducción + Pensamientos de "El ensayo general"


03. Hemos aprendido que solo se puede sentir una cosa cada vez -dice Isolde-. Se puede sentir excitación o se puede sentir miedo, pero no se puede sentir las dos cosas a la vez. Hemos aprendido por qué es tan importante la belleza: la belleza es importante porque en realidad no se puede envilecer algo que ya es feo, y ese es el objetivo último del deseo sexual. Hemos aprendido que siempre se puede decir que no. "El ensayo general" (2008)

+ Frases de Excitación + Pensamientos de "El ensayo general"


04. Pues aunque a los hombres se los juzga por sus actos, por lo que dicen y hacen, los hombres se juzgan a sí mismos por lo que están dispuestos a hacer, por lo que podrían haber dicho o hecho: un juicio que no solo se topa necesariamente con el obstáculo del alcance y los límites de su imaginación, sino también con el de la siempre cambiante magnitud de su duda y su autoestima. "Las luminarias" (2013)

+ Frases de Alcance + Pensamientos de "Las luminarias"


05. ¿Cómo sabes que no estoy herida? ¿Cómo sabes que no me he guardado alguna crítica, algún comentario hecho de pasada que ya has olvidado pero que yo recuerdo cada vez que tengo un tropiezo o un fracaso? Alguna nadería que va incrustándose en mí a una profundidad cada vez mayor, como una esquirla de vidrio que se abre camino desde el dedo hasta mi corazón. Una nadería que modificará mi forma para siempre... "El ensayo general" (2008)

+ Frases de Herida + Pensamientos de "El ensayo general"


06. Los hombres con los que ejercía su oficio casi nunca daban muestras de curiosidad por ella. Si llegaban a hablar, hablaban de otras mujeres: de los amores que habían perdido, las mujeres a las que habían abandonado, sus madres, hermanas, hijas, pupilas. Buscaban a estas mujeres cuando miraban a Anna; pero solo en parte, porque también se buscaban a sí mismos: Anna era una oscuridad reflejada, de la misma manera que era una luz prestada. Su desdicha, como bien sabía, les resultaba extremadamente reconfortante. "Las luminarias" (2013)

+ Frases de Desdicha + Pensamientos de "Las luminarias"


07. Parecía como si Lydia Wells gustase de adoptar poses elegantes con el fin de poder sobresaltarse, entre risas, cuando alguien se le acercaba. En el vestíbulo del hotel Wayfarer, Gascoigne se la encontró tendida en el sofá con una zapatilla colgando de la puntera, un brazo echado hacia atrás y la cabeza reclinada en un cojín; en la otra mano tenía una novela de bolsillo, casi como si el libro fuese cómplice de un desmayo. Sus mejillas empolvadas y su aspecto absorto habían sido amañados en los momentos previos a la entrada de Gascoigne, pero eso él no lo sabía. Le sugirieron, tal y como pretendía la mujer, que la narración en la que estaba enfrascada era harto licenciosa. "Las luminarias" (2013)

+ Frases de Zapatillas + Pensamientos de "Las luminarias"


08. Una puta no puede volverse respetable. Una puta no puede hacerse rica. El prestigio y los beneficios pertenecen todos al proxeneta, jamás a la puta. Sí, el único que verdaderamente se beneficia de su oficio es el hombre que está tras ella con el monedero en una mano y la pistola en la otra. "Las luminarias" (2013)

+ Frases de Feminicidio + Pensamientos de "Las luminarias"


09. ¿Cuál había sido la finalidad de la compra? ¿Tenía Clinch intención de afincarse allí? ¿Tenía intención de cultivar la tierra? ¿De talar los madereros autóctonos? ¿De represar el río? ¿De abrir un pozo, tal vez, y buscar oro? Desde luego, no había hecho nada con la cabaña de Crosbie aparte de vaciarla de todo lo que podía vender...Y hasta eso lo había hecho por poderes. Era un dividendo hueco que no exigía ni habilidad, ni amor ni horas de paciente industria: un dividendo así no podía sino desperdiciarse, ya que del desperdicio venía y al desperdicio habría de regresar. Tauwhare era incapaz de respetar a un hombre que trataba la tierra como si no fuese más que otro tipo de moneda. ¡La tierra no se podía acuñar! La tierra solo era para vivir en ella, y amarla. "Las luminarias" (2013)

+ Frases de Cabaña + Pensamientos de "Las luminarias"

Autores relacionados

Donna Tartt Jhumpa Lahiri

Eleanor Catton

Eleanor Catton
  • 24 de septiembre de 1985
  • London, Ontario, Canadá

Escritora, novelista y profesora neozelandesa nacida en Canadá, autora de "El ensayo general" (2008) y "Las luminarias" (2013).

Sobre Eleanor Catton

Eleanor Catton nace en Ontario, donde su padre neozelandés era un estudiante graduado completando su doctorado en la Universidad de Western Ontario y crece en Christchurch (Canterbury, Nueva Zelanda).

Finalizada su educación secundaria en la "Burnside High School", estudia inglés en la Universidad de Canterbury y realiza una maestría en escritura creativa en el Instituto de Letras Modernas de la Universidad Victoria de Wellington.

En 2008 Eleanor Catton publica su primera novela, "El ensayo general" y tiempo después "Las luminarias" (2013), por la que recibe el Premio Man Booker.

En 2014 recibe la Orden del Mérito de Nueva Zelanda por sus servicios a la literatura.

Libros destacados

Frases de libros de Eleanor Catton »

Enlaces

Síguenos