01. La felicidad es siempre aleatoria...
02. El misterio de vivir no necesariamente tiene que ser doloroso, la literatura tiene que ser una fiesta.
03. La importancia del amor para siempre. La permanencia del gozo. A partir de la comprensión. El significado de la vida que se comparte.
04. Al decirte que estoy enamorada de ti, lo que en realidad quiero confesarte es que ya no me gusta esta vida de burdel. Quiero que me lleves contigo.
05. La tradición más antigua está en la oralidad y no en la escritura. El lenguaje tiene que ser musical, para que las historias te lleven tienen que ser musicales.
06. Que la soledad sea amago de un terror perpetuo. Que avance para emborrascarse. Que se infle para que a sí misma se espante. Sea lo que fuere, la soledad no es deseable.
07. Creo que el cuento, a diferencia de la novela, la poesía y el ensayo, es el género más anquilosado, porque no ha tenido grandes renovaciones. La novela ha sido un territorio perpetuo de experimentación.
08. Lo visual es muy importante en la escritura, porque para que la gente se acuerde tiene que verlo o verlo a través de su imaginación, pero si no puede verlo claramente es muy difícil que lo pueda aprender.
09. Amor eterno que se recuece. Adherencia y despeje. Cierto era que Renata lo empujaba a una definición sentimental que sin duda valía la pena. Asentamiento. Creencia. Lo puto, pues, bien visto y por el rumbo correcto.
10. La próxima vez que te vea será en la iglesia. Se acabó para siempre el amor recatado que ni a ti ni a mí nos agrada. Adiós. Al amor de banca y al amor de sala. Adiós al pudor inmaculado. Ahora viviremos el amor a tambor batiente con muchas formas de besos y muchas formas dé agarre.
11. A mí no me gusta la literatura solemne, detesto la solemnidad y la pomposidad en el arte. A mí me gusta que lo que escribo tenga muchas luces y mucha chispa, que sea festivo. El arte es, ante todo, un enigma, pero no un enigma doloroso necesariamente, puede ser un enigma absolutamente gozoso.
12. Ninguna emotividad madura si se es humilde en el amor, humilde siendo gigante y en presencia de una mujer bellísima, casi hecha a mano, pero de corta estatura; humilde a propósito o cobarde por restringirse a un léxico que proyectara, puro azúcar, azúcar y cuidados extremos hasta en el tono de voz.