Frases de Clarice Lispector - Página 11

01. ¿Estoy cayendo en el discurso? Que me perdonen los fieles del templo: escribiendo me libro de mí y puedo entonces descansar. "Un soplo de vida" (1978)

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02. La inspiración es como un misterioso aroma de ámbar. Llevo un trozo de ámbar conmigo. "Un soplo de vida" (1978)

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03. No hay hombre ni mujer que no se haya mirado en el espejo y no se haya sorprendido consigo mismo. "Revelación de un mundo" (1984)

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04. Por una fracción de segundo nos vemos como un objeto a observar. A esto lo llamarían tal vez narcisismo, pero yo lo llamaría: alegría de ser. Alegría de encontrar en la figura exterior los ecos de la figura interna: ah, entonces es cierto que no me imaginé, yo existo. "Revelación de un mundo" (1984)

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05. El arte de pensar sin riesgos. Si no fuese por los caminos de emoción adonde el pensamiento conduce, el pensar ya se habría catalogado como uno de los modos de divertirse. "Revelación de un mundo" (1984)

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06. Pero debo aclarar. A veces se empieza a jugar a pensar, y he aquí que inesperadamente es el juguete el que empieza a jugar con nosotros. "Revelación de un mundo" (1984)

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07. Al llegar a casa, no empecé a leer. Fingía que no lo tenía, sólo para sentir después el sobresalto de tenerlo. "Revelación de un mundo" (1984)

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08. (...) Creaba las más falsas dificultades para aquello clandestino que era la felicidad. ¡Cuánto me demoré! Vivía en el aire...Había orgullo y pudor en mí. Yo era una reina delicada. "Revelación de un mundo" (1984)

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09. A veces me sentaba en la hamaca, me balanceaba con el libro abierto en el regazo, sin tocarlo, en purísimo éxtasis. No era ya una niña con un libro: era una mujer con su amante. "Revelación de un mundo" (1984)

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10. ¿Con el hombre tenemos los diálogos más importantes? Sí. ¿Es el hombre irritante? También. ¿Nos gusta que nos fastidie? Nos gusta. "Revelación de un mundo" (1984)

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11. Me preguntaron una vez si podría imaginar a Brasil dentro de veinticinco años. Si ni siquiera puedo imaginar el de dentro de veinticinco minutos, mucho menos el de veinticinco años por delante. "Revelación de un mundo" (1984)

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12. El amor por la vida mortal la asesinaba dulcemente, de a poco. ¿Y qué hago? ¿Qué hago con la felicidad? "Revelación de un mundo" (1984)

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Clarice Lispector

Clarice Lispector
  • 10 de diciembre de 1920
  • Chechelnyk, Ucrania
  • 9 de diciembre de 1977
  • Río de Janeiro, Brasil

Escritora, novelista y periodista brasileña, autora de "Cerca del corazón salvaje" (1943), "La ciudad sitiada" (1949), "Lazos de familia" (1960), "La pasión según GH" (1964), "Silencio" (1974) y "La hora de la estrella" (1977).

Sobre Clarice Lispector

Clarice Lispector nace en la aldea de Tchetchelnik (Ucrania), donde los padres se refugiaban, y dos meses después la familia se traslada a la ciudad de Recife, Pernambuco (Brasil).

En 1930, con 10 años de edad, Clarice Lispector pierde a su madre, afectada por una parálisis progresiva, quedando a cargo de su padre.

La familia se traslada a Río de Janeiro en 1934, donde Clarice Lispector termina sus estudios primarios e ingresa a la Facultad Nacional de Derecho en 1939, a la vez que escribía pequeñas contribuciones para periódicos y revistas de la época.

Tras finalizar sus estudios, Clarice Lispector contrae matrimonio con el diplomático brasileño Maury Gurgel Valente, y viaja a Nápoles (Italia) en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Durante su estadía en Italia y luego en Suiza y Estados Unidos, Clarice Lispector prestó auxilio en hospitales de la Cruz Roja a soldados brasileños heridos.

Tras breves estadías en Inglaterra y Francia, Clarice Lispector tuvo su primer hijo, llamado Paulo, en Berna (Suiza).

En 1949 la familia retorna a Río de Janeiro, y Clarice Lispector comienza una intensa actividad periodística escribiendo para un periódico local.

En 1952 la familia se traslada a Washington DC (Estados Unidos) y un año después nace su segundo hijo, Pedro.

En 1959, Clarice Lispector termina la relación con su marido y regresa a Brasil, donde vuelve a la actividad periodística, escribiendo artículos y columnas de opinión en medios locales.

En 1966, Clarice Lispector se duerme con un cigarrillo encendido, provocando un incendia en el dormitorio que destruyó la habitación y le provoca fuertes quemaduras y un daño considerable en su mano derecha.

El accidente repercutió profundamente en su estado de ánimo, y las cicatrices y marcas en el cuerpo le causaron frecuentes depresiones, a pesar del amparo de amigos.

En 1977, un cáncer termina con la vida de Clarice Lispector, la gran escritora brasileña.

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