Frases de Borís Pasternak - Página 3

01. Otros siguiendo tus huellas, frescas recorrerán tu camino palmo a palmo, pero tú mismo no debes distinguir la derrota de la victoria no debes renunciar ni a una brizna de ti mismo. Tú debes estar vivo. Solamente vivir hasta el final.

+ Frases de Huellas


02. Se ha de fijar en la memoria el bombardeo. Aquellos días en cuenta se tendrán en que, como en Belén, el nuevo Herodes, dio rienda suelta a su maldad. Desaparecerán los testigos del pasado y un siglo mejor vendrá. Mas el martirio de los niños mutilados jamás se olvidará.

+ Frases de Maldad


03. Leí a Tiutschev, y, por primera vez en mi vida, escribí versos, ya no en forma esporádica sino a menudo y sistemáticamente, tal como se pinta o se compone música. Fue en la espesura de ese árbol donde, durante los dos o tres meses de verano, escribí los versos de mi primer libro. "Yo recuerdo" (1957)

+ Frases de Verano + Pensamientos de "Yo recuerdo"


04. Por el contrario, mi preocupación constante era el contenido, mi sueño constante era que el poema contuviera algo, un pensamiento nuevo o un cuadro nuevo; que fuera traspasado al libro con todas sus particularidades, que hablara, al correr de las páginas, con su silencio y con todos los colores de sus letras negras e incoloras. "Yo recuerdo" (1957)

+ Frases de Páginas + Pensamientos de "Yo recuerdo"


05. Pero el sentimiento de la justicia, la modestia, el agradecimiento, no tenían lugar en la juventud de tendencias artísticas izquierdistas: eran considerados signos de sentimentalismo y de falta de vitalidad. Había que darse aires, pavonearse, aparentar y, aunque esto era repugnante, yo seguí la corriente, a pesar de mí mismo, para hacer lo que todo el mundo. "Yo recuerdo" (1957)

+ Frases de Repugnante + Pensamientos de "Yo recuerdo"


06. Pero yo te quiero. ¡Si pudieras sólo imaginar cómo te amo! Amo todo lo que hay en ti de particular, lo positivo y lo que no lo es, todos los aspectos comunes de tu persona, tan queridos en su extraordinaria combinación, tu rostro ennoblecido por una luz interior, un rostro que, sin esto, acaso no resultara bello, tu talento y tu inteligencia, que parecen haber ocupado el puesto de toda la voluntad que te falta. Todo lo tuyo es querido para mí y no conozco hombre mejor que tú. "Doctor Zhivago" (1957)

+ Frases de Te amo + Pensamientos de "Doctor Zhivago"


07. No tenemos ni la menor idea de las angustias que se deben padecer antes del suicidio. En el sitio del tormento, a efectos de la tortura física, se pierde la conciencia a cada instante; los sufrimientos del suplicio son tan enormes que ellos mismos, por intolerables, precipitan el fin. Pero el hombre entregado en manos del verdugo no está aún aniquilado; junto con dejar de sentir dolor asiste a su propio fin; si pasado le pertenece, le quedan sus recuerdos, y si quiere puede servirse de ellos: ante la muerte pueden ayudarle en algo. "Yo recuerdo" (1957)

+ Frases de Suplicio + Pensamientos de "Yo recuerdo"


08. Cuando se llega a pensar en el suicidio, uno se pone una cruz sobre sí mismo, vuelve la espalda al pasado, se declara a sí mismo fracasado y sin recuerdos válidos. Estos recuerdos ya no pueden llegar hasta el hombre, no pueden salvarle ni sostenerle. La continuidad de la existencia interior se quiebra, la personalidad muere. "Yo recuerdo" (1957)

+ Frases de Suicidio + Pensamientos de "Yo recuerdo"


09. (...) Poco después, hubo una velada memorable. No sé qué clase de música militar -si polkas o marchas- se alzaba lentamente del Oka y avanzaba hacia nosotros a través de la capa de neblina que planeaba sobre los bordes del río. Pronto aparecieron un pequeño remolcador y tres escampavías desde la colina. Sin duda habían visto desde el barco la propiedad en lo alto y decidieron atracar. El remolcador dio media vuelta y condujo las escampavías hacia nuestra orilla. Eran soldados, una importante unidad de granaderos. Desembarcaron e hicieron fogatas al pie de la colina. Se invitó a los oficiales a cenar y a pernoctar en lo alto. Se embarcaron a la mañana siguiente. Fue un episodio de la movilización general. La guerra había comenzado. "Yo recuerdo" (1957)

+ Frases de Granaderos + Pensamientos de "Yo recuerdo"


10. ¡Si pudieras sólo imaginar cómo te amo! "Doctor Zhivago" (1957)

+ Frases de Amarte + Pensamientos de "Doctor Zhivago"


11. Amo todo lo que hay en ti de particular, lo positivo y lo que no lo es, todos los aspectos comunes de tu persona, tan queridos en su extraordinaria combinación, tu rostro ennoblecido por una luz interior, un rostro que, sin esto, acaso no resultara bello, tu talento y tu inteligencia, que parecen haber ocupado el puesto de toda la voluntad que te falta. Todo lo tuyo es querido para mí y no conozco hombre mejor que tú. "Doctor Zhivago" (1957)

+ Frases de Semblante + Pensamientos de "Doctor Zhivago"


12. Aunque no te quisiera, aunque no me gustaras tanto, quisiera esconder a mí misma esta indiferencia y pensar igualmente en quererte. Sólo por temor a ese humillante y destructivo castigo que es no amar, me guardaría inconscientemente de darme cuenta de que no te amaba. Ni tú ni yo lo sabríamos nunca. Mi corazón me lo escondería porque no amar es casi un homicidio y no tendría fuerzas para inferir tal golpe a nadie. "Doctor Zhivago" (1957)

+ Frases de Fin del amor + Pensamientos de "Doctor Zhivago"

Autores relacionados

Anna Ajmátova Marina Tsvetáyeva Ósip Mandelshtam

Borís Pasternak

Borís Pasternak
  • 10 de febrero de 1890
  • Moscú, Rusia
  • 30 de mayo de 1960
  • Peredélkino, Moscú, Rusia

Escritor, novelista, poeta y traductor ruso, autor de "Mi hermana la vida" (1922), "El segundo nacimiento" (1932), "Doctor Zhivago" (1957) y "Yo recuerdo" (1957).

Sobre Borís Pasternak

Borís Pasternak nace en el seno de una familia culta de origen judío, siendo el hijo del famoso pintor Leonid Pasternak, profesor en la escuela de pintura de Moscú y Rosa Kaufman, famosa concertista de piano.

Su infancia se desarrolla en una atmósfera cosmopolita, siendo su casa visitada por artistas como Serguéi Rajmáninov, León Tolstói o Rainer Maria Rilke entre muchos otros.

Borís Pasternak inicia su educación en un Gymnasium de Moscú y adelanta estudios de música con el famoso compositor Skribain hasta 1910, para luego ingresar en la Universidad de Moscú en la carrera de filosofía.

Al poco tiempo realiza un extenso viaje por Italia y Alemania, donde cursa estudios de filosofía en la Universidad de Marburgo, aunque finalmente regresa a Moscú para dedicarse definitivamente a la literatura.

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Borís Pasternak trabaja en una fábrica de productos químicos en la ciudad de Perm (krai de Perm, al pie de los montes Urales, Rusia).

En 1914 publica su primer libro de poemas, "El gemelo entre las nubes", al que le siguieron "Por encima de las barreras" (1917) y "Mi hermana, la vida" (1922).

Durante la década de 1930, con el inicio de la Gran Purga, Borís Pasternak fue acusado de subjetividad porque su poesía no seguía la línea establecida por el realismo socialista y fue condenado a un Gulag (campos de trabajos forzados), pero logró evitar la prisión.

Con muchas dificultades para publicar, comenzó a realizar traducciones de autores clásicos para ganarse la vida, destacándose las que hizo de Shakespeare, Goethe y Verlaine.

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Borís Pasternak colaboró con el ejército ruso y estuvo en el frente de batalla alentando a las tropas activas y a los heridos.

En 1957 publicó en Italia su única novela, "Doctor Zhivago", donde reflexionaba sobre la Revolución Rusa y sus consecuencias, por lo que fue perseguido y censurado por las autoridades rusas hasta el día de su muerte.

Doctor Zhivago presenta una visión panorámica de la sociedad rusa en los años de la Revolución de 1917, cuyo protagonista posee sinceridad, convicciones religiosas e independencia de espíritu que chocan de frente con la teoría y la práctica del régimen soviético.

En 1958 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura, pero fue denunciado como traidor por varios grupos comunistas soviéticos, por lo que anunció públicamente su voluntad de no partir al exilio y rechazó el premio.

Falleció de cáncer de pulmón en su casa de campo (dacha) de Peredelkino, a unos veinticinco kilómetros al suroeste de Moscú.

Libros destacados

Enlaces

Síguenos