Frases de Baltasar Gracián - Página 2

01. La felicidad de cada uno no consiste en esto ni en aquello sino en conseguir y gozar cada uno de lo que le gusta.

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02. No hay hombre, por viejo que esté, que no piense que puede vivir otro año.

+ Frases de Vivir


03. No hay maestro que no pueda ser discípulo.

+ Frases de Maestro


04. La libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer.

+ Frases de Hacer


05. Visto un león, están vistos todos, y vista una oveja, todas; pero visto un hombre, no está visto sino uno, y aún no bien conocido.

+ Frases de Vista


06. Lo bien dicho se dice presto.

+ Frases de Bien


07. El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído.

+ Frases de Mentiroso


08. Cualquiera vale para enemigo, no así para amigo; pocos pueden hacer bien, y casi todos mal.

+ Frases de Rival


09. El hombre sensato obtiene más de sus enemigos que el necio de sus amigos.

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10. Lo bueno, si breve, dos veces bueno; lo malo, si poco, no tan malo.

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11. Señal de tener gastada la fama propia es cuidar de la infamia ajena.

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12. La queja trae descrédito.

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Autores relacionados

Arthur Schopenhauer Félix Lope De Vega Francisco de Quevedo Friedrich Nietzsche Luis de Góngora

Baltasar Gracián

Baltasar Gracián
  • 8 de enero de 1601
  • Calatayud, Zaragoza, España
  • 6 de diciembre de 1658
  • Tarazona, Zaragoza, España

Escritor y filósofo español, precursor del existencialismo y de la postmodernidad y uno de los más insignes pensadores que ha tenido la humanidad.

Sobre Baltasar Gracián

Baltasar Gracián nació en Belmonte, cerca de Calatayud y comenzó a estudiar letras desde su infancia.

En 1617 se traslada a la casa de su tío en Toledo, quien era capellán de San Juan de los Reyes, para aprender lógica y perfeccionar su latín.

En 1619, Baltasar Gracián entró en noviciado de la provincia jesuítica de Aragón, situado en Tarragona, luego cursó filosofía en su ciudad natal y realizó algunos cursos de Teología en la Universidad de Zaragoza.

En 1627 comenzó a dictar clases en el Colegio de Calatayud y tres años después fue trasladado a otro colegio jesuita de Lérida.

De esta época datan los primeros altercados entre Baltasar Gracián y los jesuitas de Valencia por sus ideas.

En 1633 viajó a Gandía para enseñar Filosofía en el colegio jesuita de la villa, trasladándose a Huesca en 1636, donde publicó su primera obra con un seudónimo por los prejuicios de la época y la falta de libertad dentro de su orden.

Baltasar Gracián comenzó a frecuentar las tertulias intelectuales que organizaba su mecenas Juan de Lastanosa en su casa-museo.

En 1639 fue nombrado confesor del virrey de Aragón Francisco María Carrafa, por lo que viaja a Zaragoza primero y más tarde con éste a Madrid, donde predicó.

Entre 1642 y 1644, Baltasar Gracián ocupó el cargo de vicerrector del Colegio de Tarragona, cayendo enfermo y trasladándose a Valencia para reponerse.

Tras publicar "El criticón" sin las debidas licencias y fue separado de sus cátedras y encerrado en una celda a pan y agua, siendo tiempo después confinado a Graus.

Se le atenuó la pena y en 1658 fue enviado a desempañar cargos menores al Colegio de Tarazona.

Baltasar Gracián fue un agudo observador de la vida y censor de los errores y vicios que malogran el destino del hombre.

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