01. - No puedo pasearme, no puedo vestirme, mi cuerpo se ha deformado, he engrosado con la falta de corsé, ninguno de mis vestidos me sienta bien, voy a perder la forma de mi talle; temo que ni aun cuando sane vuelva a estar como antes. - ¡Quejarse usted de su cuerpo! -interrumpió el doctor, y agregó: - Pocas mujeres lo tendrán más bello. ¿Acaso se imagina usted que la flacura tiene atractivo alguno? Un cuerpo sin la redondez de los senos ni los contornos tiernos de las caderas no parece de mujer.
02. Sus conocimientos en pintura eran sorprendentes, había recorrido los principales museos mundiales y sus opiniones eran escuchadas con la misma atención que se escuchan las del mejor crítico. Su biblioteca de pintura se consideraba como una de las más completas que existía, entre los aficionados, y si ella misma no había aprendido a pintar, era debido a su pereza invencible para todo lo que significaba un esfuerzo. Tenía una facilidad de asimilación extraordinaria, era capaz de hacer análisis profundos como un psicólogo; pero, no de producir.