01. Mi padre era poco amigo de explicaciones. Pienso que tal vez prefería enfrentarme al paisaje, a los hombres, a las cosas que pueden ayudar a entender la vida, para que poco a poco yo sacara mis propias conclusiones. Tenía, sí, el buen tacto de no ofrecerme espectáculos vulgares. Muchas veces, con una mirada o una palabra, me ordenaba alejarme de gentes que él no consideraba oportunas o dignas para mis ojos.
02. Los pueblos, los hombres se enfrían por ausencia de espíritu. Pero estamos nosotros, con pedernal y yesca, con melodías y cantares, poemas y reflexiones, alto desvelo y sueños de todo tipo, para entibiar las horas de aquellos que no quieren congelarse todavía.
04. Siempre he pensado que nada es mejor que viajar a caballo, pues el camino se compone de infinitas llegadas. Se llega a un cruce, a una flor, a un árbol, a la sombra de la nube sobre la arena del camino; se llega al arroyo, al tope de la sierra, a la piedra extraña. Pareciera que el camino va inventando sorpresas para goce del alma del viajero.
05. Los días de mi infancia transcurrieron de asombro en asombro, de revelación en revelación. Nací en un medio rural y crecí frente a un horizonte de balidos y relinchos.
Cantante, poeta, guitarrista y escritor argentino, uno de los mayores referentes de la música folklórica argentina.
Sobre Atahualpa Yupanqui
Nació en un paraje llamado Campo de la Cruz y fue registrado en Pergamino como Héctor Roberto Chavero, quién más tarde adoptaría el seudónimo Atahualpa Yupanqui.
Sus primeros años transcurrieron en Roca (Buenos Aires), donde su padre trabaja en el ferrocarril.
En 1918 la familia se traslada a la Provincia de Tucumán y cinco años después fallece el padre.
En su juventud, Atahualpa Yupanqui viajó por toda la argentina y países limítrofes, siempre acompañado por su guitarra.
A principios de los años cuarenta, estando en Tucumán, contrae matrimonio con María Martínez, divorciándose al poco tiempo.
Más tarde conoció en Córdoba a Paule Pepin Fitzpatrick, "Nenette", quien sería su compañera definitiva y colaboradora musical con el seudónimo "Pablo Del Cerro".
En 1945, Atahualpa Yupanqui se afilia al Partido Comunista, vínculo que mantendrá hasta el año 1952, fecha en que renuncia al mismo retomando una posición política independiente.
Esta afiliación y su actitud crítica ante el gobierno peronista (1946-1952), le valdrán un silenciamiento forzoso durante todos esos años, en los cuales fue perseguido y encarcelado.
En 1950 se trasladó a Uruguay y más tarde a París (Francia), donde realizó varias giras llegando a compartir escenario con Edith Piaf y volviendo a la Argentina en 1952.
Luego del derrocamiento de Perón en 1956, Atahualpa Yupanqui siguió siendo perseguido, por lo que estuvo alternando su residencia entre Buenos Aires y Córdoba hasta 1963, que inició una gira que lo llevó a instalarse en París.
En 1979 volvió a la Argentina y sus viajes fueron disminuyendo a causa de su estado de salud.
En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras y tiempo después recibió un homenaje de la Universidad de Tucumán.
En 1992, Atahualpa Yupanqui viaja a Francia para actuar en Nimes y allí fallece.
Sus obras siempre reflejaron el amor por el suelo donde nació y cuentan, pintan, actúan y cantan historias que reflejan la cultura del Río de la plata.