El mercantilismo es una seria de doctrinas y prácticas que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y parte del XVIII en Europa occidental y se caracterizaron por una fuerte injerencia del Estado en la economía.
Con el triunfo de las monarquías absolutas, es Estado fue el encargado de proteger, reglamentar e intervenir en todos los aspectos de la vida económica, teniendo esta intervención una finalidad política, la cual fue robustecer el poder de los monarcas.
El mercantilismo sostiene que la prosperidad de un país radica en la mayor cantidad de metales preciosos (oro y plata) que posea dentro de sus fronteras.
Para esto se debe elaborar productos indispensables, aumentar las ventas en el exterior y restringir las compras.