El siglo XVII fue una época de grandes progresos en el campo intelectual: nuevas concepciones filosóficas, progresos científicos y obras literarias, por lo que se ha llamado "Centuria del genio".
A consecuencia del Renacimiento, se produjo un intenso movimiento ideológico que afectó a todos los ámbitos de la vida humana, particularmente a las artes, las letras y las ciencias.
Los hombres de ciencia se dedicaron a observar y experimentar los fenómenos de la naturaleza, lo que dio origen a la ciencia basada en la experimentación y en la observación.
Los filósofos se apartaron de la ideología escolástica de las escuelas medievales para acentúa el papel de la razón en la adquisición del conocimiento.