19 frases de Revelación de un mundo (A descoberta do mundo) de Clarice Lispector... Crónicas escritas por la autora entre 1967 y 1973 para el periódico "Jornal do Brasil", donde aparecen textos heterogéneos, inclasificables e inesperados sobre el amor, el tiempo y la muerte.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Clarice Lispector son: crónicas, mundos imaginarios, sobre el oficio de escribir, vida cotidiana, revelación, naturaleza del amor, mundo de hombres, brasil, lucidez, búsqueda de la felicidad, paso del tiempo, muerte, emociones.
Frases de Clarice Lispector Libros de Clarice Lispector
Frases de Revelación de un mundo Clarice Lispector
01. Escribir es tratar de entender, es tratar de reproducir lo irreproducible.
02. Es casi imposible evitar que el exceso de amor haga que uno actué como tonto. Sólo el tonto puede amar demasiado.
03. Si recibo un regalo dado con cariño por una persona que no me gusta, ¿Cómo se llama lo que siento?
04. Elegir la propia máscara es el primer gesto voluntario humano. Y es solitario.
05. Qué pena que sólo sé escribir cuando la "cosa" viene espontáneamente. Así quedo a merced del tiempo. Y, entre un escribir verdadero y otro, pueden pasar años.
06. Siento una claridad tan grande que me anula como persona común y corriente. Es una lucidez vacía, ¿Cómo explicarlo? , algo así como un cálculo matemático perfecto que, sin embargo, no se necesita. Y no entiendo aquello que entiendo.
07. Echar de menos es un poco como el hambre. Sólo se pasa cuando se come la presencia. Pero, a veces, el echar de menos es tan profundo que la presencia es poco: se quiere absorber a la otra persona entera. Esa gana de ser el otro para una unificación entera es uno de los sentimientos más urgentes que se tiene en vida.
08. No hay hombre ni mujer que no se haya mirado en el espejo y no se haya sorprendido consigo mismo.
09. Por una fracción de segundo nos vemos como un objeto a observar. A esto lo llamarían tal vez narcisismo, pero yo lo llamaría: alegría de ser. Alegría de encontrar en la figura exterior los ecos de la figura interna: ah, entonces es cierto que no me imaginé, yo existo.
10. El arte de pensar sin riesgos. Si no fuese por los caminos de emoción adonde el pensamiento conduce, el pensar ya se habría catalogado como uno de los modos de divertirse.
11. Pero debo aclarar. A veces se empieza a jugar a pensar, y he aquí que inesperadamente es el juguete el que empieza a jugar con nosotros.
12. Al llegar a casa, no empecé a leer. Fingía que no lo tenía, sólo para sentir después el sobresalto de tenerlo.
13. (...) Creaba las más falsas dificultades para aquello clandestino que era la felicidad. ¡Cuánto me demoré! Vivía en el aire...Había orgullo y pudor en mí. Yo era una reina delicada.
14. A veces me sentaba en la hamaca, me balanceaba con el libro abierto en el regazo, sin tocarlo, en purísimo éxtasis. No era ya una niña con un libro: era una mujer con su amante.
15. ¿Con el hombre tenemos los diálogos más importantes? Sí. ¿Es el hombre irritante? También. ¿Nos gusta que nos fastidie? Nos gusta.
16. Me preguntaron una vez si podría imaginar a Brasil dentro de veinticinco años. Si ni siquiera puedo imaginar el de dentro de veinticinco minutos, mucho menos el de veinticinco años por delante.
17. El amor por la vida mortal la asesinaba dulcemente, de a poco. ¿Y qué hago? ¿Qué hago con la felicidad?
18. Le dije a una amiga: -La vida siempre me sobreexigió. Ella dijo: -Pero recuerda que también tú sobreexiges a la vida. Sí.
19. Estoy segura de que durante la edad de piedra fui sin duda maltratada por el amor de algún hombre. De ese tiempo data cierto pavor que es secreto.