Frases de Poeta chileno

Poeta chileno

21 frases de Poeta chileno de Alejandro Zambra... Las frases de este libro nos hablan de la decepción y la ilusión, el paso del tiempo y su inestabilidad, la influencia de las personas en nuestra vida y la labor de comprender el mundo a través de la poesía.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Alejandro Zambra son: decepción, ilusión, paso del tiempo, verdadera felicidad, comprender el mundo a través de la poesía.

Frases de Alejandro Zambra Libros de Alejandro Zambra

Frases de Poeta chileno Alejandro Zambra

01. Nunca tuve más ojos que cuando dormías.


02. Uno siempre termina pareciéndose a la gente con la que vive.


03. No estaba encerrada, estaba durmiendo, y alguien que duerme es alguien que está libre, de algún modo


04. ¿Y qué clase de poemas quieres escribir? -Poemas de verdad. Poemas honestos, poemas que me hagan cambiar, que me transformen. ¿Me entiendes?


05. Seguro que tú te acuerdas de lo que yo no me acuerdo y yo me acuerdo de lo que tú no te acuerdas.


06. Para no sentir el horrible fardo del Tiempo, que destroza la espalda y nos inclina hacia el suelo, es preciso emborracharse sin tregua.


07. A veces sentimos con total seguridad la presencia de alguien y levantamos la vista y resulta que no hay nadie y es tan decepcionante.


08. Si tuviera que explicarlo honestamente, diría que su trabajo consiste en intentar comprender el mundo a través de los poemas que escribieron otros.


09. Quería escribir los poemas que nadie antes había escrito, pero en ese momento pensó que nadie los había escrito porque escribirlos no valía la pena.


10. Pero no es cierto, porque él eligió perderse. Eligió perderse y lo consiguió. Le gustó perderse, lo pasó la raja perdiéndose. Consiguió perderse, triunfó. Consiguió abandonar, triunfó. Consiguió olvidar, triunfó.


11. Pero hay que usar las palabras. Aunque no nos gusten. La palabra padrastro suena fea, pero es la palabra que tenemos. Hay otras lenguas donde la palabra es más bonita.


12. Eran como dos desconocidos buscando desesperadamente un tema en común; parecía que hablaban de algo y estaban juntos, pero sabían que en realidad no hablaban de nada y estaban solos.


13. Pero nunca deja de percibir la comunicación como un problema; nunca deja de pensar en las palabras, y a veces se marea y quisiera quedarse callada, en español y en inglés, indefinidamente.


14. No tiene gracia que nos burlemos de sus sentimientos; burlémonos mejor del poema, de sus rimas obvias o mediocres, de su sensiblería, de su involuntaria comicidad, pero no subestimemos su dolor, que era verdadero.


15. Decir que eso la felicidad: nunca sentir que sería mejor estar en otra parte, nunca sentir que sería mejor ser alguien más. Otra persona. Alguien más joven, más viejo. Alguien mejor.


16. Dicen que eso es la felicidad: nunca sentir que sería mejor estar en otra parte, nunca sentir que sería mejor ser alguien más. Otra persona. Alguien más joven, más viejo. Alguien mejor.


17. El tiempo nos acorrala. El tiempo nos engorda, nos dibuja arrugas, canas y muletas. No podemos detenerlo, retrocederlo, adelantarlo. Y sin embargo repetir de curso es de algún modo detener el tiempo: congelarlo, engañar momentáneamente al futuro, a la muerte.


18. Quizás existe una palabra para designar lo contrario del duelo, lo que se siente no después de que alguien muere sino cuando reaparece; lo que se siente cuando de súbito recuperamos a alguien que había permanecido ausente hasta de nuestros sueños.


19. El padre señala con sutileza y autoridad la forma correcta de patear la pelota, porque el padre sabe de esas cosas. El padre se deja ganar, porque para ser un buen padre hay que dejarse ganar. Ser padre consiste en dejarse ganar hasta el día en que la derrota sea verdadera.


20. Habría sido más fácil decepcionarse de la poesía, olvidarse de la poesía, que aceptar, como hizo Gonzalo, el fracaso propio. Hubiera sido mejor echarle la culpa a la poesía, pero habría sido mentira, porque ahí están esos poemas que acaba de leer, poemas que demuestran que la poesía sí sirve para algo, que las palabras duelen, vibran, curan, consuelan, repercuten, permanecen.


21. Termina de ordenar los libros desolado por esos poemas intensos que cifran una belleza que no podría suscribir. Sigue intentando adaptarlos a su propia vida, sigue imaginando el poema propio, el poema que él debería escribir a manera de disculpa o de homenaje o de reclamo. Se acuerda de cuando pensaba que con sus poemas podía influir en los demás: ser querido, ser aceptado, ser incluido.

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