4 frases de Medusa de Ricardo Menéndez Salmón... ¿Se puede vivir sin ideología?, ¿Se puede mirar con impunidad? Nuestra responsabilidad ante la Historia y el poder que posee el arte para enfrentarse a ella.
- 01. Frases de Medusa
- 02. Obras similares
Frases de Ricardo Menéndez Salmón
Frases de Medusa Ricardo Menéndez Salmón
01. La representación de la vida y de la muerte es infinitamente más desgarradora que la vida y la muerte mismas. Ello sucede porque las imágenes nos dan las cosas, pero nos las dan en tanto que perdida. Ahí radica la patética verdad de la imagen. La imagen está siempre por algo que fue, pero que ya no es.
02. Las representaciones del amor mencionan la escasez al mostrar la abundancia. Celebrar mediante una imagen la vida puede ser, en ocasiones, la mejorar manera de recordar su pérdida. Cada lienzo desde el que un niño sonríe recuerda a los niños que apenas amanecieron; cada fotografía de un niño feliz oscurece el rastro de quienes perdieron todos sus juguetes; los niños que corren sucios y alegres en las películas del nerorrealismo italiano o en los clásicos del Hollywood de los años cuarenta son el contrapunto de una infancia enterrada en el lodo y la sangre de los invisibles.
03. (...) Su trabajo no será más que la recreación, a lo largo y ancho del planeta, de las más refinadas, precisas y abrumadoras muestras de salvajismo que la especie humana ha sido capaz de urdir y manifestar. Y aunque siempre ha sido tentador identificar las palabras futuro, progreso e historia, lo cierto es que una mirada desmitificadora como la de Prohaska, esa mirada sobre lo que Stelenski denominó "la prosa orgánica del mundo, el denominador común que anula todas las grandes y bellas palabras", demuestra que esta triple evocación, si no abiertamente falsa, resulta, cuando menos, capciosa.
04. Descubrí el Mito de Prohaska mientras intentaba escribir un fragmento de la Historia que Prohaska ayudó a construir. Fue en 1994, cuando acopiando documentación para asuntos relacionados con mi tesis doctoral acerca de la iconografía de la maldad durante el siglo veinte, vi una película de tres minutos y veintisiete segundos prosaicamente titulada Einsatzgruppe en Kovno. Lo hice el Vilna, en el apartamento de una antropóloga finesa especialista en la Segunda Guerra Mundial, que recopilaba toda la información existente acerca de la presencia nazi en los territorios de la Unión Soviética entre los años 1941 y 1945. La película era aterradora en su sencillez, pulcra y devastadora como una máquina de eviscerar.