13 frases de Mágico, sombrío, impenetrable (Lovely, dark, deep: stories) de Joyce Carol Oates... 13 relatos que hablan del amor, el dolor, la incertidumbre y la ironía que acechan la vida de cualquiera. Los vínculos eróticos, la vulnerabilidad, los nacimientos y la muerte.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Joyce Carol Oates son: muerte, matrimonio, amor propio, desamor, dolor, erotismo, miedos, vida en pareja, amar y dejarse amar, prejuicios.
Frases de Mágico, sombrío, impenetrable Joyce Carol Oates
01. En el matrimonio, las conversaciones más apasionadas son a menudo con uno mismo.
02. ¡Es tan arriesgado querer a otra persona! Como arrancarse la piel. Exponerse sin defensa al aire y a todo tipo de infecciones.
03. Era difícil no poner cara de mártir si uno hacía más que el otro, aunque fuese muy poco...
04. Es la posteridad quien juzga, no nosotros. Disfruta con tu trabajo... Lo que haces es muy hermoso; somos bastantes los que nos damos cuenta. Eso es lo más importante.
05. Cuando se es un nieto adolescente, resulta muy fácil retrotraerse. Todas las edades por las que has pasado se recuerdan gracias a los abuelos, en el interior de una especie de bruma amorosa resplandeciente, como esos rostros borrosos de la televisión que se utilizan para evitar que se identifique a las personas.
06. Cuando menos te lo esperas, los sitios desconocidos pueden ser más peligrosos que los conocidos. El chico había llegado a descubrir que era más fácil que un sitio desconocido estuviera "embrujado" por la sencilla razón de que había menos cosas en las que distraer la memoria.
07. (...) Nunca se renuncia a la maravillosa sensación de saber que puedes coger el rifle, apuntar, apretar el gatillo y que alguna criatura que está viva y que respira y que no sabe de tu presencia muera de repente: herida, sangrante, del todo sorprendida y del todo muerta. Esa maravillosa sensación.
08. En la hembra, el sexo es un arma. En un primer momento un señuelo, pero, más adelante, un arma. Sin embargo hay mujeres, como esta hija mía ejemplar, que se niegan a utilizar ese feo recurso. Son personas que trascienden y que sobresalen.
09. Marido y mujer tenían amigos, por supuesto. Numerosos amigos y muchos más que solo eran conocidos. Pero sus amigos eran como ellos: con sus mismos prejuicios políticos, con hijos y nietos, típicas quejas de propietarios, experiencias de viajes, problemas médicos. Aquellos amigos no resultaban nada halagüeños como reflejos especulares suyos.
10. Es incómodo querer a otro más de lo que ese otro te quiere a ti. Como dos personas de distinto tamaño sobre un balancín. La que pesa más determina los movimientos del balancín, la más ligera está sometida al control de la otra y se la puede dejar caer al suelo sin la menor ceremonia.
11. En ciertos campos de investigación científica -como en política, en finanzas y en derecho- la mujer y la intelectual corrían a lo largo de líneas paralelas que nunca convergían, a diferencia del varón y el intelectual. Se podía ser por completo intelectual sin renunciar a la masculinidad; pero no se podía ser del todo intelectual sin renunciar al menos en parte a la feminidad. Parecía ser una ley de la naturaleza o, si era de la cultura, tan arraigada en la especie humana que se sentía como naturaleza.
12. Lo extraño era que pensaba pocas veces en ello. En aquel misterioso y voraz condicionamiento genético que residía en sus entrañas mismas. Que el cáncer no la asustase -demasiado- le resultaba aún más sorprendente. Tenía confianza en su oncóloga (excelente, asiático-americana) y creía que la quimioterapia impediría la extensión de la malignidad; el tumor -diminuto- le había sido extirpado con gran pericia, y le había dejado una pequeña incisión muy precisa, como una arruga, muy cerca y encima del ombligo, como un tatuaje.
13. No confieses nunca tus debilidades.