
13 frases de La vida ante si (La vie devant soi) de Romain Gary... Libro de Romain Gary.
Frases de La vida ante si Romain Gary
01. (...) Explicó sonriendo que las cosas no son blancas ni negras y que en lo blanco se esconde lo negro y en lo negro puede haber blanco.
02. No se puede vivir sin alguien a quien querer.
03. No hay que llorar, hijo. Es natural que los viejos mueran. Tú tienes toda la vida por delante.
04. En un país grande y hermoso como Francia, un viejo o una vieja son algo que da pena ver y bastantes preocupaciones tiene ya la gente. Los viejos y las viejas no sirven para nada ni son de utilidad pública, por lo que lo mejor es dejarlos en paz. En África la gente vive reunida en tribus en las que los viejos están muy solicitados, por lo mucho que pueden hacer por uno cuando se mueren. En Francia no hay tribus por culpa del egoísmo.
05. Estaba tan triste que ni siquiera se daba uno cuenta de lo fea que era.
06. Era tan feliz que hubiera querido morirme, porque a la felicidad hay que agarrarla cuando pasa.
07. Estaba cada día más achuchada y no sabría decirles lo injusto que me parecía que una persona viviera sólo para sufrir. Su organismo ya no valía nada y cuando no tenía una cosa tenía otra.
08. A mí la felicidad no me tira. Yo sigo prefiriendo la vida. La felicidad es una inmundicia y una mamarrachada y habría que darle un buen escarmiento. La felicidad no va conmigo.
09. (...) Siempre me decía que el tiempo viene lentamente del desierto, con sus caravanas de camellos y que no tiene prisa porque transporta la eternidad.
10. Lo que a mí siempre me ha llamado la atención es que las lágrimas estén previstas en el programa. Quiero decir que hayamos sido equipados para llorar. Había que pensarlo. Esto no lo hace un constructor que se respete.
11. Estaba bajo de moral y las cosas buenas son todavía mejores cuando uno está bajo de moral. Lo he notado muchas veces. Cuando se tienen ganas de reventar, el chocolate sabe mejor que nunca.
12. La medicina ha de tener siempre la última palabra y luchar hasta el fin para impedir que se cumpla la voluntad de Dios.
13. Decía que las leonas son célebres por eso y que se dejarían matar antes que retroceder. Es la ley de la selva y si la leona no defendiera a sus cachorros, nadie se fiaría de ella.