14 frases de La lluvia antes de caer (The rain before it falls) de Jonathan Coe... Una historia de madres e hijas que va desde los años cuarenta hasta el presente, tres generaciones de mujeres ligadas por el deseo, la culpa, la crueldad y la ambivalencia de sus afectos.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Jonathan Coe son: secretos de familia, relación madre-hija, homosexualidad, fotografía, fuerza de la pasión, crueldad, poder de la imagen.
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Frases de La lluvia antes de caer Jonathan Coe
01. (...) Una risa de fumadora empedernida, áspera y gutural. Y en cuanto pienso en su risa me acuerdo de su olor, como por asociación de ideas.
02. La vida sólo empieza a tener sentido cuando te das cuenta de que a veces (muchas veces, casi siempre) dos ideas totalmente contradictorias pueden ser ciertas.
03. Verte atado a un sitio que no te gusta cuando eres joven, o estar casado con alguien a quien no quieres, y creer que el resto de tu vida va a consistir en un perpetuo esfuerzo por mantener a esa persona y a los hijos que no deseas, bastaría para hacerle fruncir el ceño a cualquiera, o eso diría yo.
04. Curioso que los recuerdos que tenemos más claros no suelan ser visuales; Es una cosa de la que me gustaría hablar contigo, imogen, una de las muchas... Porque estoy segura de que tienes que tener recuerdos tan claros como los míos, como los de cualquiera de los que somos "videntes", o como se diga; Puede que incluso aún más claros.
05. Qué difícil es contarte todo esto en el orden adecuado. Como siempre, se supone que te estoy describiendo una foto, y en cambio te lo he contado todo sin orden ni concierto. Pero, a lo mejor, es que no hay un orden exacto. Quizás el caos y el azar son el orden natural de las cosas. A veces me lo parece.
06. A lo mejor lo hice muchas veces, o puede que sólo ésa. Ahora que intento acordarme, casi oigo el susurro de la escoba de mi madre cerca, detrás de mí, sobre el linóleo de la cocina. Esas dos cosas (la imagen y el ruido) van juntas en mi memoria. Y son como una caja de resonancia para mí, una resonancia enorme, casi sobrenatural, pero es muy difícil explicar estas cosas. A ti seguramente te parecerán tonterías.
07. Me encogí aún más en el calor de mi cama, las manos entre las rodillas, abrazándome a aquel recuerdo. Y al mismo tiempo no dejaba de rondarme la cabeza una especie de miedo, la conciencia de que me estaban ofreciendo algo peligroso y sin explorar. Pero aparté ese miedo, me negué a asumirlo.
08. Que te acordabas de otras cosas, cosas que te habían pasado antes; pero que de ese día, de esa mañana, de ese... Ataque, no. Lo habías borrado de tu memoria. "La mente tiene fusibles", como dijo alguien.
09. Todo lo que llevaba hasta ti era un error. Por lo tanto, no deberías haber nacido. Pero todo en ti está perfectamente; Tenías que nacer. Eras inevitable.
10. Qué cosa más engañosa es una foto. Dicen que la memoria nos juega malas pasadas. Pues nada comparado con una fotografía, a mi modo de ver.
11. El mundo de ivy giraba en torno a sí misma, en torno a su posición en el pueblo, en torno a su vida social, su bridge y su tenis, y también, más que nada, en torno a sus queridos hijos y sus queridos perros. Beatrix ni siquiera aparecía en su radar. Supongo que eso es lo que Beatriz quería decir cuando me contó que su madre era "cruel con ella". La crueldad de ivy era su indiferencia.
12. Una foto no es mucha cosa, la verdad. Sólo puede capturar un momento entre millones de momentos de la vida de una persona, o de la vida de una casa. Pero estas fotos que tengo delante, las que pretendo describirte..., Tienen cierto valor, creo, aunque sólo sea porque me ayudan a recordar. Son la prueba de que las cosas de las que me acuerdo (o algunas de esas cosas, por lo menos) sucedieron de verdad y no son vagos recuerdos, ni fantasías, ni imaginaciones. ¿Pero qué pasa con los recuerdos de los que no hay fotos, ni prueba, ni confirmación posible?
13. No hay nada como ese sabor a nieve recién caída.
14. No se puede decir nada, supongo, de una felicidad perfecta, sin manchas ni defectos; nada que no sea la certeza de que tendrá que acabarse.