13 frases de El plan infinito de Isabel Allende... Historia de Gregory Reeves y su peculiar plan. Sin embargo, para conseguirlo debe recorrer un duro camino lleno de obstáculos: la marginación social, el racismo, la guerra de Vietnam.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Isabel Allende son: segunda guerra mundial, alcanzar nuestros sueños, destino, guerra de vietnam, california, racismo, pobreza, crisis de identidad, realismo mágico, búsqueda de la identidad, mestizaje, marginación, injusticia social.
Frases de Isabel Allende Libros de Isabel Allende
Frases de El plan infinito Isabel Allende
01. Mañana es una hoja en blanco.
02. El fracaso y el éxito no existen, (...), son inventos de los gringos.
03. El sexo es el instrumento y el amor es la música.
04. Lo vivido no tiene arreglo. Puede mejorarse lo que queda por delante, pero el pasado es irreversible.
05. Se vive... Un poquito cada día, es como un viaje sin meta, lo que cuenta es el camino.
06. Es hora de detenerse ¿Por qué tanta agitación? Mi abuela decía que no debemos ser esclavos de la prisa.
07. La felicidad que se vive deriva del amor que se da, y más tarde ese amor será la felicidad de uno mismo.
08. Con el tiempo uno se acostumbra: la peor perversión, lo más obsceno de la guerra, es que a uno le parece normal.
09. (...) Significa que cada paso forma parte de nuestra historia, cargamos para siempre con todos nuestros deseos, pensamientos y acciones. En otras palabras, somos nuestro pasado.
10. Se había roto el dique de los secretos y los llantos solitarios y descubrió el gusto de abrir el alma ante un confidente discreto.
11. Los soldados aguardaron, cavando trincheras y amontonando sacos de tierra y piedras para formar una barricada, no tanto por la esperanza de protegerse, sino para distraer el miedo.
12. Tienes que tocar fondo, entonces das una patada y subes a la superficie de nuevo. Las crisis son buenas, son la única forma de crecer y de cambiar.
13. Me reconcilié conmigo mismo, me acepté con un poco de benevolencia y entonces tuve mi primer atisbo de paz. Creo que ese fue el instante preciso en que tomé conciencia de quien soy en realidad y me sentí por fin en control de mi destino.
