33. Aprendí a sobrevivir, al menos durante un tiempo, y me acostumbré a cómo funcionaban las cosas. Mi lucha terrorífica por mantenerme con vida se convirtió en una rutina.
34. Una muerte irónica para alguien metido en un traje espacial no estanco: por demasiado oxígeno.
35. El Hab es mi único atisbo de civilización, y verlo desaparecer de ese modo me ha hecho sentir más incómodo de lo que me gusta admitir.
36. He retrocedido, tirando más y más del cable. Algo tenía que ceder y no iba a ser yo.
37. Me muero por decirles a mis nietos: "cuando era joven, tuve que caminar hasta el borde de un cráter. ¡Cuesta arriba! ¡En un traje eva! En marte, sí, mierda. ¿Me oyes? ¡Marte! ".
38. Marte no es la Tierra. No tiene una atmósfera densa capaz de doblar la luz y mantener en suspensión partículas que la reflejen. Hoy el vacío es prácticamente total.
39. El famoso color rojo del planeta se debe a la capa de óxido de hierro que lo cubre todo. Por tanto, no es simplemente un desierto: es un desierto tan viejo que está literalmente oxidado.
40. He empezado el día tomando un té de nada. El té de nada es fácil de preparar. Coges un poco de agua caliente y le añades... Nada.
41. Si el oxigenador se rompe, me asfixiaré. Si el purificador de agua se rompe, moriré de sed. Si el hab pierde estanqueidad, más o menos explotaré. Si no ocurre ninguna de esas cosas, finalmente me quedaré sin comida y moriré de hambre. Así que sí. Estoy jodido.
42. Sin campo magnético, Marte no tiene defensa alguna contra la radiación solar. Si me expusiera a ella tendría cáncer; incluso mi cáncer tendría cáncer.
43. ¡Oh, dios mío! Es cierto: ya no estoy en marte. Me doy cuenta porque no hay gravedad y hay otros seres humanos a mi alrededor. Todavía no me he acostumbrado.
44. Si un excursionista se pierde en las montañas, se coordina una partida de búsqueda. Si un tren colisiona, hacemos cola para donar sangre. Si un terremoto arrasa una ciudad, gente de todo el mundo envía suministros de emergencia. Es algo tan humano que se da en cualquier cultura, sin excepción. Sí, hay capullos a los que no les importan los demás, pero los superan masivamente en número aquellos a los que sí que les importan.