Frases de El ladrón de cuerpos

El ladrón de cuerpos

16 frases de El ladrón de cuerpos (The tale of the body thief) de Anne Rice... Lestat, un vampiro antiguo y poderoso, se encuentra en una búsqueda personal de entender la naturaleza de su propia existencia y de la inmortalidad, la moralidad, la soledad y el aislamiento.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Anne Rice son: sentido de la existencia, existencialismo, sueños, inmortalidad, ética y moralidad, afrontar las consecuencias, soledad, aislamiento, pánico, naturaleza del poder, vampiros.

Frases de Anne Rice Libros de Anne Rice

Frases de El ladrón de cuerpos Anne Rice

01. A veces el amor y el odio sirven exactamente para el mismo propósito.


02. Qué milagro, pensé, que una sola llamita pudiera hacer tantas llamas. Una llamita podía prender fuego al mundo entero.


03. Nosotros volveríamos superficiales a nuestros héroes...Los volveríamos frágiles. Son ellos quienes deben recordarnos el verdadero significado de la fortaleza.


04. Lo que sí creo es esto: la maldad que hay en un solo asesinato ya es infinita, y mi culpa, al igual que mi belleza, eterna.


05. ¡Es otro intento desesperado de alcanzarla inmortalidad! ¿Acaso crees que ese mortal, quienquiera que sea, planea envejecer dentro de ese o de otro cuerpo y morir?


06. No soy el tonto de todos los tiempos, ni un dios encallecido por los milenios. No soy un embustero de capa negra ni un vagabundo acongojado. Tengo conciencia.


07. Su belleza siempre me ha vuelto loco. Creo que, cuando no estoy con él, tiendo a idealizarlo; pero luego, cuando vuelvo a verle, caigo aún más embobado.


08. Estás equivocado. Hablas por vanidad. Te encanta hacer creer que eres peor de lo que realmente eres. ¿A qué sueños te refieres? No recuerdo que me hayas hablado nunca de sueños.


09. Vengarse es el objetivo de aquellos que se sienten de algún modo derrotados. Yo no estaba vencido, me dije. Y siempre es mucho más interesante pensar en la victoria que en la venganza.


10. Me pregunto si estará operando el truco en mí, porque tengo ante mi vista un vampiro, un bebedor de sangre de gran poder, creado además por mí mismo, ¿Y qué son ahora para él las viejas emociones?


11. Cada vez que venías a verme, me conmovías, me inspirabas un profundo sentimiento de protección. Me hacías sentir amor. Y ahora es lo mismo, sólo que pareces más confundido, más necesitado de mí.


12. Así actuamos: introducimos la mano en el caos más vertiginoso y extraemos de él algún abalorio brillante y nos agarramos a él diciéndonos que significa algo y que el mundo es bueno, que no somos malos y que al final nos salvaremos todos.


13. Ese es el mundo para mí, lo que los mortales hacen y han hecho. No es en absoluto el grandioso mundo natural. Si fuera el mundo natural, quizá, siendo inmortal, lo habría pasado mejor de lo que lo pasé. Son las proezas de los mortales.


14. Ya va a salir, mi amado. Ahí sale, no en gotitas, sino del caudal mismo de mi existencia. Y esta vez, cuando su boca se apretó contra mí, sentí un dolor que llegó hasta la raíz de mí ser, enredando mi corazón en su tejido ardiente.


15. Me dieron ganas de besarla pues volvía a verla hermosa, pero no me atreví, no sólo porque la habría asustado, sino porque el deseo de matarla era demasiado intenso. Cierto instinto feroz puramente masculino me hacía desearla tan sólo porque antes la había deseado de otra manera.


16. Un hermoso milagro, eso es lo que es. ¡Te liberaste de tu cuerpo preternatural! Eres un ser humano, un hombre. Ahora debes contrarrestar el pánico. ¡Piensa como el héroe que te vanaglorias de ser! Tienes asuntos prácticos que resolver. Te está entrando nieve. Este cuerpo mortal se está congelando, por el amor al cielo. ¡Ocúpate de las cosas como debes!

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