19 frases de El astronauta de Bohemia (Spaceman of Bohemia) de Jaroslav Kalfar... El joven astrofísico Jakub Procházka emprende una peligrosa misión con destino a Venus. El destino de Jakub, íntimamente ligado a los hitos de la historia checa, dará más de un giro inesperado.
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Frases de El astronauta de Bohemia Jaroslav Kalfar
01. Tú ya sabes que el mundo siempre está intentando agarrarnos. Que si este país, que si el otro...No podemos enfrentarnos al mundo entero, somos diez millones, así que elegimos a las personas a las que creemos que hay que castigar y las hacemos sufrir lo mejor que podemos.
02. Su presencia no parece afectada por el caos y la hostilidad de la plaza, como si se tratara de una de las malhumoradas estatuas de santos y guerreros que hubo allí cuando Praga todavía era apenas un establecimiento comercial. Invita al amor. Enseguida deseo que le ocurran cosas buenas.
03. (...) Existen dos métodos básicos para afrontarlo. Uno consiste en temer el caos, combatirlo y autoflagelarse después de perder, y construir una vida estructurada de trabajo / matrimonio / gimnasio / reuniones / hijos / depresión / romance / divorcio / alcoholismo / recuperación / ataque cardiaco, donde cada decisión es una reacción al miedo a lo peor: dar vida a niños para evitar ser olvidado, joder a alguien en la reunión por si no se vuelve a dar la oportunidad, y las paradojas del Santo Grial: casarse para combatir la soledad y luego sumirse en ese constante deseo marital de estar a solas. Ésta es la vida en la que no se puede ganar, pero que ofrece los consuelos de la batalla: el corazón humano se satisface en la distracción de la guerra. El segundo método es una aceptación global del absurdo que nos rodea. Todo cuanto existe, desde la conciencia hasta el proceso digestivo del cuerpo humano o las ondas sonoras y los ventiladores sin aspas, es fabulosamente improbable.
04. Somos algo más que nuestra capacidad de concebir un feto viable. Somos amantes. Somos la mayor contradicción del universo. Vamos contra todo. Vivimos por el placer de vivir, no con miras al legado evolutivo. Eso nos gustaría pensar hoy, al menos.
05. En un libro, tu padre es un héroe. En otro, es un monstruo. Los hombres que no aparecen en los libros lo tienen más fácil.
06. La grandeza de una nación no se define a partir de abstracciones, Jakub. Se define por imágenes. Historias que se transmiten de boca en boca o por televisión, que se inmortalizan en internet, historias sobre la construcción de un nuevo parque y sobre unos mendigos a los que se alimenta y sobre malas personas a las que se arresta por haber robado a las buenas. La grandeza de una nación está en sus símbolos, sus gestos, en hacer cosas sin precedentes. Por eso los estadounidenses se están quedando atrás: construyeron una nación sobre la idea de hacer cosas nuevas, y ahora harían mejor en rezar para no tener que adaptarse demasiado al mundo.
07. Cuando todavía era un terrícola, los rituales matutinos no iban demasiado conmigo. ¿Por qué iba uno a perder el tiempo mirando por la ventana, sorbiendo unos líquidos que te abrasan los labios o cocinando comilonas en superficies calientes cuando el mundo exterior estaba tan fresco y maduro para el abordaje?
08. Mi desesperación por atribuir personalidad y voluntad a las caprichosas consecuencias del caos. Elementos y partículas, los verdaderos reyes del mundo, no siguen otro programa que el movimiento.
09. El tiempo no era una línea, sino una conciencia. Yo ya no era un cuerpo, sino un conjunto de piezas que silbaban al enlazarse. Sentía cada célula en mi interior. Podía contarlas, nombrarlas, matarlas y resucitarlas. Dentro del núcleo, yo era una torre hecha de fragmentos fósiles, susceptible de ser montada y desmontada. Sólo con que alguien conociera el punto de presión adecuado, yo me convertiría en un montón de elementos a la fuga, en busca de otro enlace, como jornaleros que se trasladan del Este al Oeste.
10. Pero tenía el resto de la web a mi disposición, con su espléndida capacidad de distraer cualquier cerebro con cualquier tema en cualquier sitio hacia el que uno pudiera tender sus omniscientes dedos. No podía evitar preguntarme: si pudiéramos entregar un simple portátil a todos los que sufren privaciones o están sobrecargados de trabajo, y envolver el planeta en la calidez del wifi ilimitado, ¿No estarían todos ellos mucho más animados, con transmisión continua para todo el mundo?
11. Ojalá tuviera la capacidad de ayudarte en tu aflicción emocional, humano escuálido. No puedo ofrecerte el consuelo de la Nutella, puesto que la he consumido.
12. ¿Cuál es el deber de un científico cuando se enfrenta a posibilidades imposibles? Recopilar datos y estudios de acuerdo con el método científico.
13. El ruido del pensamiento parecía suficiente, en teoría, pero no proporcionaba ningún consuelo en la realidad física. Sin el estruendo de fondo del aire acondicionado, el zumbido de motores distantes, los crujidos de las casas viejas o el murmullo de los frigoríficos, el silencio de la nada se volvía lo bastante real como para que cualquier nihilista declarado se cagara encima.
14. La posibilidad de un rescate, ya fuera porque el JanHus1 volviera milagrosamente a la vida o porque un dron norteamericano de alto secreto descendiera de golpe para llevarme a casa, era astronómicamente baja; sin embargo, existía, y cuando existe alguna posibilidad, subsisten las ganas de apostar por ella.
15. No habría funerales ni lápidas con mentiras generosas grabadas en letras doradas. Mi cuerpo se desvanecería, sin más, abrasado en la atmósfera de Venus, como un pequeñísimo eructo. Y, junto con mi cuerpo, se iría todo lo demás: las sensaciones, los placeres y las preocupaciones que se desplegaban en mi mente sin que yo pudiera evitarlo; las personas a las que había amado, los desayunos servidos como si fueran cenas y las cenas de cóctel servidas como desayunos, los cambios en los patrones climáticos, el pastel de chocolate recién hecho, mi pelo cada vez más gris, los crucigramas de los domingos, las películas de ciencia ficción, la conciencia de que el mundo terminará consumido por un colapso económico, por un desastre medioambiental o por una gripe bautizada en honor de otro animal inofensivo.
16. Y tal vez no protestaré si intenta besarme, porque ya hace tiempo que no me enamoro.
17. Ella toma mi rostro entre sus manos y lo estudia mientras yo respiro, y tardo dos segundos cruciales en darme cuenta de que estoy enamorado y de que vivir ya nunca será como antes...
18. La alteración de mi futuro, un destino completamente nuevo, se erige en forma de una belleza ligeramente ebria que me ha traído al lugar más increíble que yo haya visto.
19. El universo asignó las tareas de hablar y besar a los labios porque nunca hay necesidad de hacer ambas cosas a la vez.