Frases de El andar del borracho: cómo el azar gobierna nuestras vidas

El andar del borracho: cómo el azar gobierna nuestras vidas

24 frases de El andar del borracho: cómo el azar gobierna nuestras vidas (The Drunkard's Walk: How Randomness Rules our Lives) de Leonard Mlodinow... Libro de Leonard Mlodinow.

Frases de Leonard Mlodinow

Frases de El andar del borracho: cómo el azar gobierna nuestras vidas Leonard Mlodinow

01. El hecho de que la intuición humana sea incompatible con situaciones que implican incertidumbre ya se conoce desde los años treinta, cuando los investigadores se dieron cuenta de que las personas no podrían ni inventar al azar una secuencia de números que pasase test matemáticos ni reconocer de manera fiable si una serie dada se generó aleatoriamente.


02. Nadar en contra de la corriente de la intuición humana es una tarea difícil. Como veremos, la mente humana está construida para identificar en cada suceso una causa determinada y, por tanto, puede pasar por una situación difícil si acepta la influencia de factores no relacionados o aleatorios.


03. Los procesos aleatorios son fundamentales en la naturaleza y omnipresentes en nuestras vidas cotidianas, aunque la mayoría de gente no los entiende, o no piensa mucho sobre ellos.


04. El perfil de nuestras vidas, como la llama de la vela, se mueve continuamente hacia nuevas direcciones a causa de una variedad de sucesos aleatorios que, junto con nuestra respuesta a ellos, determinan nuestro destino.


05. La gente a menudo utiliza procesos intuitivos cuando hace valoraciones y elecciones en situaciones inciertas.


06. Cuando observamos un éxito o un fracaso estamos observando un punto de datos, una muestra bajo la curva de campana que representa las potencialidades que habían existido previamente. No podemos saber si nuestras únicas observaciones representan la media, o un valor atípico, un suceso por el que apostar, o algo raro que sucede que la persona no es probable que reproduzca. Pero, al menos, debemos ser conscientes de que un punto muestral es sólo un punto muestral, y más que aceptarlo simplemente como realidad, verlo en el contexto de la desviación estándar o la gama de posibilidades que lo producen.


07. Asociamos aleatoriedad con desorden.


08. La teoría del azar es básicamente una codificación que obedece al sentido común.


09. Todos nosotros creamos nuestra propia visión del mundo y después la utilizamos para filtrar y procesar nuestras percepciones, extrayendo sentido del océano de datos que nos inunda en la vida diaria.


10. Lo desagradable de la propensión a la disponibilidad es que tergiversa insidiosamente nuestra percepción del mundo al distorsionar sucesos pasados y de nuestro entorno.


11. La ley de los pequeños números no es realmente una ley, es un nombre sarcástico que describe el intento de aplicar la ley de los grandes números cuando los números no son grandes.


12. Ésta es una de las contradicciones de la vida: aunque las medidas siempre lleven incertidumbre, la incertidumbre en la medida raramente se discute cuando se citan las medidas.


13. Puede parecer desalentador pensar que el esfuerzo y el azar, tanto como el talento innato, son lo que cuentan. Pero lo encuentro esperanzador porque, mientras que nuestra composición genética está fuera de nuestro control, nuestro grado de esfuerzo nos corresponde a nosotros. Y los efectos del azar, también, se pueden controlar hasta el punto de que cometiendo repetidos intentos podemos aumentar nuestras probabilidades de éxito.


14. La percepción humana, (...), no es una consecuencia directa de la realidad, sino más bien un acto de imaginación.


15. La percepción requiere imaginación porque los datos que las personas encuentran en sus vidas nunca son completos y siempre resultan equívocos.


16. Automáticamente respetamos a políticos superestrellas, actores y magnates de los negocios, y a cualquiera que vuele en un jet privado, como si sus logros debieran reflejar cualidades únicas no compartidas por aquéllos forzados a consumir la comida de las aerolíneas comerciales. Y ponemos excesiva confianza en las predicciones demasiado precisas de gente que se atribuye una trayectoria récord demostrando experiencia, en expertos políticos, en expertos financieros y en asesores de negocios.


17. Conozco a un gran editor que se esforzó mucho en desarrollar un plan de uno, tres y cinco años para su división de software educacional. Había asesores altamente pagados, reuniones interminables de marketing, sesiones nocturnas de análisis financiero, largas asambleas de tarde fuera de los despachos y locas suposiciones codificadas como resultados probables. Cuando, el primer año, determinados productos no se vendieron tan bien como se esperaba, u otros se vendieron más de lo proyectado, se buscaron motivos y fueron culpados o se les atribuyó el mérito a los empleados apropiados, como si las expectativas iniciales hubieran sido realmente valiosas. El año siguiente vio una serie de guerras de precios imprevistas iniciadas por dos competidores. Un año después el mercado para el software educacional se colapso. Como la incertidumbre se agravaba el plan de tres años nunca tuvo la oportunidad de tener éxito. Y el plan de cinco años, pulido y preciso como un diamante, se ahorró cualquier comparación de rendimiento actual, porque por aquel entonces virtualmente todos en la división se habían trasladado a prados más verdes.


18. Todo el mundo sabe que los jefes con las credenciales sociales y académicas adecuadas en ocasiones dan un valor más alto a sus propias ideas que a las de sus subordinados. ¿Se comportará del mismo modo la gente que gana más dinero por puro azar? ¿Infunde una sensación de superioridad incluso el "éxito" no ganado? Para analizar a estas personas, se las emparejó y se pidió que colaboraran en varias tareas inútiles. En una tarea, por ejemplo, se proyectó brevemente una imagen en blanco y negro y los sujetos debían decidir si la parte superior o inferior de la imagen tenía más proporción de blanco. Antes de que empezara cada tarea uno de los voluntarios era escogido al azar para ser pagado considerablemente más por participar que los otros. Cuando la información del salario no estuvo disponible, los voluntarios cooperaron muy armoniosamente. Pero cuando los voluntarios supieron cuánto estaba cobrando cada uno, los mejor pagados exhibieron más resistencia a entrar con su pareja que los peor pagados. Incluso diferencias aleatorias en el pago llevaron a la deducción retrógrada de diferencias en la habilidad, y por lo tanto al desarrollo de influencias desiguales. Esto es un elemento de dinámica personal y de oficina que no puede ser ignorado.


19. He aprendido, por encima de todo, a continuar marchando hacia delante porque las mejores noticias son que, debido a que la suerte desempeña un papel, un factor importante del éxito está bajo nuestro control: el número de bateos, el número de ocasiones aprehendidas, el número de oportunidades medidas. Porque incluso una moneda compensada para el fracaso a veces reposa en el éxito. O, como dijo el pionero de IBM Thomas Watson, "si quieres tener éxito, dobla tu índice de fracasos".


20. Todos comprendemos que la genialidad no garantiza el éxito, pero es seductor asumir que el éxito quizá proceda de la genialidad.


21. El primer paso para luchar contra la ilusión de control es ser consciente de ella. Pero incluso entonces, esto es difícil, porque, (...), una vez creemos que hemos visto un patrón, no lo dejamos marchar fácilmente.


22. Juzgamos a las personas y a las iniciativas exclusivamente por sus resultados, y esperamos que los sucesos ocurran por motivos buenos y entendibles. Pero nuestras claras visiones de la inevitabilidad son a menudo sólo ilusiones.


23. El atractivo de muchas teorías de conspiración depende del mal entendimiento de esta lógica, pues se identifica la probabilidad de que una serie de sucesos suceda si esto fuera el producto de una enorme conspiración con la probabilidad que una enorme conspiración exista si una serie de sucesos ocurren.


24. Otra idea errónea conectada con la ley de los grandes números es la idea de que es más o menos probable que ocurra un suceso porque ha pasado o no recientemente. La idea de que las probabilidades de algo con una probabilidad fija aumenten o disminuyan dependiendo de acontecimientos recientes se denomina falacia del jugador....Por si sirve de algo, una buena racha no te da mala suerte, y una mala desafortunadamente no significa que lo mejor está por llegar. Es más, la falacia del jugador afecta a más gente de la que puedes creer, si no de una manera consciente, entonces inconsciente. La gente espera que la buena suerte siga a la mala, o se preocupa de que la mala siga a la buena.

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