12 frases de Donde termina el arcoíris (Where rainbows end) de Cecelia Ahern... Libro de Cecelia Ahern.
Frases de Donde termina el arcoíris Cecelia Ahern
01. ¿Qué hace que un hombre saludable se duerma y no vuelva a despertar? Sólo logro consolarme pensando que vio algo tan hermoso que no tuvo más remedio que marcharse.
02. ¿Y quién necesita París cuando te pueden dar un abrazo?
03. Al principio teníamos tanto que contarnos que hablábamos a más de cien palabras por segundo y cuando apenas habíamos escuchado el final de la frase del otro, ya habíamos pasado a la siguiente. Y nos reíamos. Nos reíamos mucho. Luego la risa cesó y se hizo ese silencio. Ese silencio extraño y cómodo a la vez.
04. Aspira a conseguir algo que desees y verás cómo este año cobra sentido.
05. Huir no es manera de resolver un problema. Puedes correr tan rápido y lejos como quieras, pero lo cierto es que por más que corras, el problema seguirá ahí.
06. La vida está hecha de tiempo. Los días se miden en horas, los salarios se miden en función de esas horas, nuestros conocimientos se miden en años. Robamos unos minutos a nuestras jornadas para tomar un café. Volvemos corriendo a nuestros puestos, miramos el reloj, vivimos de cita en cita. Y, sin embargo, el tiempo termina agotándose y en el fondo de tu alma te preguntas si esos segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años y décadas se están empleando de la mejor manera posible.
07. Todos necesitamos soñar. No hay que perder la esperanza en que es posible conseguir algo más que lo que una tiene.
08. Lo que quiero decir es que no me apetece convertirme en una de esas personas a las que se olvida fácilmente después de haber sido tan importantes, tan especiales, tan influyentes y tan valoradas y que años después no son más que un rostro desdibujado y un recuerdo distante.
09. La mejor manera de dejar atrás a un hombre es ponerse delante de otro.
10. Los hombres de mi vida me han fallado, pero la niña de mi vida me recompensa con creces a diario.
11. El hogar no es un sitio, es un sentimiento.
12. No hay nada más alentador que oír la felicidad de un niño inocente en un sitio lleno de gente triste. Te recuerda que la vida sigue, que no se para salvo para aquel a quien estás despidiendo. Las personas llegan y se van y todos sabemos que así tiene que ser; sin embargo nos horroriza cada vez que sucede. La única certidumbre de la vida es la muerte. Es una certidumbre, es la única condición que nos imponen para vivir, pero a menudo dejamos que nos haga pedazos.