
15 frases de Alice (Sottosopra) de Milena Agus... La protagonista de la novela deja su pueblo para iniciar una nueva vida en Cerdeña, donde encuentra personas e historias de lo más variadas, cada una lleva a cuestas sus obsesiones, sus locuras, sus miedos y esperanzas.
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Frases de Alice Milena Agus
01. Tengo la impresión de que delante del mar todo parece más ligero, los problemas vienen con las olas, y ellas después se los llevan.
02. No quiero vivir a toda costa. Esos que quieren hacerte vivir a la fuerza son más peligrosos que las enfermedades.
03. Lo único que quieren nuestros corazones es amor. Y pensándolo bien, la mejor edad para enamorarse es justamente la vejez.
04. Sin duda: un poco de realidad y un poco de invención. Por lo demás, ¿No es eso la vida? ¿Qué sería de nosotros sin imaginación? ¿Cómo sería posible inventar de la nada?
05. Era amable con él y hacía todo lo posible por entrar en aquel zapato apretado que era mi matrimonio. Hasta me corté los dedos, como las hermanastras de Cenicienta, para que el pie me cupiera en el zapatito y así poder casarme con el príncipe. Pero no hubo nada que hacer.
06. Si queremos que una persona que nos cae antipática siga siendo antipática para siempre, debemos negarnos de plano a conocerla.
07. La vida nos llena el corazón y no siempre podemos echarla.
08. He aprendido mucho del mar, porque en el mar sientes que el verdadero poder nunca será tuyo. A veces, en alta mar se forma una ligera bruma, una calma, un azul plateado y, de repente, las aguas se encrespan, se vuelven color plomo, se enfurecen y, si el mar quiere, puede tragárselo todo y hacerlo desaparecer.
09. Mi padre no es de este mundo, tal vez por eso es un buen ejemplo de hombre. El mejor que conozco.
10. En los detalles está nuestra felicidad y nuestra infelicidad.
11. Mis padres me contaban muchísimos cuentos de hadas y rimas infantiles. Los cuentos de hadas me gustaban porque terminaban bien, las rimas porque el mundo era al revés, pero todos estaban contentos. ¿Qué sería la niñez sin cuentos ni rimas?
12. Antes de conocer a la señora de abajo y al señor de arriba la vejez nunca me había interesado...Y ahora ya no veo la vejez como la oscuridad, sino como un destello de luz, tal vez el último.
13. Yo también quiero convertirme en ninfómana. Me miro al espejo, pero en el espejo no me veo yo, pálida y esmirriada, veo la máquina de guerra del sexo en la que me quiero convertir, supertetona y provocativa, sin diadema, con un ojo cubierto por un mechón de pelo y un traje de cuero con lacitos que se pueden desatar para dejar al aire las partes eróticas.
14. No. Realmente no creo que sólo fuera sexo sin amor... El sexo sin amor no existe. Basta con que uno de los dos esté enamorado y entonces el amor ya existe.
15. Muchos se creen que nosotros, los homosexuales, como no procreamos, nos tomamos el amor como un juego. Yo siempre he puesto el alma en todas las relaciones sexuales que he mantenido. Si tengo relaciones sexuales es porque estoy enamorado.