No puedes separar la paz de la libertad, porque nadie puede estar en paz, a no ser que tenga su libertad.
La paz no es fruto de la casualidad. Es un fuego que debe alimentarse constantemente. Se debe cuidar de él, vigilarlo; si no, se extingue.
La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa.
Todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
Hay algo tan necesario como el pan de cada día, y es la paz de cada día. La paz sin la cual el pan es amargo.
Este mundo está lleno de violencia y no puedes cerrar los ojos a esa realidad. (...) Hay que confrontarla porque solo conociéndola la puedes cambiar. Es imposible transmutarla si la desconoces. Si no comprendemos la verdad del mundo jamás tendremos paz, pues esa paz mundial que deseamos está basada en una cierta consciencia del mundo mismo.
Un amigo irrumpe en su casa para anunciarle que ya se firmo el armisticio. - ¡Bah!- comenta Luder. Ya te darás cuenta que la paz solo consiste en cambiar la guerra de lugar.
He dado expresas instrucciones, de ser avisada personalmente cada vez que caiga un soldado nuestro, así sea en medio de la noche. Cuando el presidente Nasser dé instrucciones de ser despertado en mitad de la noche cuando caiga un soldado egipcio, llegará la paz.
Dionisio dice: la carrera no es más que un retorno de todas las criaturas y un unirse en la descreación. Y cuando el alma llega a este punto, entonces pierde su nombre y Dios la atrae hacia sí, de manera que se anonada, así como el sol atrae hacia sí a la aurora para que se aniquile. (...) Pero la paz absoluta no está en ninguna parte excepto en un corazón separado. "El fruto de la nada" (1998), Maestro Eckhart
"El fruto de la nada" (1998) Frases de "El fruto de la nada" (1998) Frases de Maestro Eckhart
En el futuro, cuando los chicos se acostaran, quizá tuviera la casa para sí sola más a menudo. Aprendería a qué dedicar esas horas. En la paz de esas noches invernales, decidiría cómo iba a vivir. "Nora Webster" (2014), Colm Tóibín
Frases de "Nora Webster" (2014) Frases de Colm Tóibín
Su rostro estaba iluminado por esa paz orgullosa que ninguna esperanza puede turbar. "Murciélagos" (1916), Gustav Meyrink