01. Estoy seguro de que la buena música la vida alarga.
02. Nadie parte de la nada; se mejora con otros, antes, con y después de sí mismo.
03. La voz del violín cubre las cuatro voces humanas: soprano, contralto, alto y bajo, en las cuatro cuerdas.
04. Cualquier cosa que consigamos, no estamos solos en haberlo logrado. Hay un algo ahí que existe en parte o en potencia; es la atmósfera, el ambiente.
05. (...) Existen muchas encarnaciones de Dios, puesto que cada uno de nosotros revela una fracción, una parte ínfima de ellas; cada uno de nosotros pertenece a Dios.
06. La música es verdaderamente la expresión de la vida y la humanidad hacia lo desconocido, la sublimación de todas esas emociones, buenas y malas, que de no ser por ella nos aprisionarían.
+ Frases de La música y las emociones
07. Hay que sugerir un lazo con el inconsciente que se une al consciente, porque sin inconsciente, sin la experiencia emocional, sin la experiencia de nuestros sentidos toda abstracción intelectual no es más que polvo.
08. El héroe es único puesto que ha vencido a sus enemigos... ¡Pero no sería héroe sin enemigos! El enemigo es esencial en su carrera, por lo que depende de ellos para hacerse grande, no solamente de los que le siguen.
09. El medio ambiente es uno en todos sus aspectos: pertenecemos interiormente al medio ambiente que creamos, es decir, a nuestro cuerpo, su salud, su bienestar, su pena o su malestar, y también a nuestros pensamientos...
10. El violín, para mí, es un ser vivo puesto que tiene una voz, que depende no obstante del modo que Ud. Le hace cantar. El violín no puede ser tratado brutalmente. Da lo mejor de sí cuando no se fuerza su sonoridad, cuando no se le aplasta.
11. (...) Por eso no debemos temernos, tener miedo nos vuelve enemigos. Nos ha de empujar la necesidad de realizar nuestros sueños, que constituye el porqué de la vida. No deberíamos estar gobernados por el miedo a cumplir nuestras pesadillas.
12. Reconciliar al mundo es demasiado ambicioso, pero al menos se puede formar a los niños para ser respetuosos hacia las diferencias, que son lo único que nos permite aprender: Si todos fuéramos iguales, no podríamos ofrecernos nada unos a otros.