01. La belleza es una idea relativa, que depende de la tradición y de las costumbres, y sobre todo de los gustos personales, que el lector puede no compartir.
02. Gracias te doy, corazón mío, por haberme despertado de nuevo, y aunque es domingo, día de descanso, bajo mis costillas continúa el movimiento de un día laboral.
03. Hay un montón de información, que en dos minutos recorre todo el planeta pero, si se fijan, son tonterías absolutas, informaciones que no tienen ninguna importancia.
+ Frases de Exceso de información
04. Aunque nada importante sucede en torno a mí, no es el mundo por eso más pobre en matices, menos justificable, menos definido que cuando dependía de las grandes migraciones.
05. En esta escuela del mundo ni siendo malos alumnos repetiremos un año, un invierno, un verano. No es el mismo ningún día, no hay dos noches parecidas, igual mirada en los ojos, dos besos que se repitan.
06. Mi lengua es una lengua viva. Utilizo frases hechas, lengua coloquial, juegos de palabras, que no necesariamente funcionan en otras lenguas...La suerte de los poetas en el exterior depende de los traductores.
07. El lenguaje de los políticos suele servir para ocultar y no para expresar pensamientos. Pero a algunos políticos no intentaría yo convencerlos de que fueran sinceros: podría darse el caso de que no hubiese nada que ocultar.
08. Esposa es una mujer y una escoba; amante, una mujer y una flauta. Desconozco la existencia de un signo que represente el ideal al que nos conducen todas las revistas europeas para mujeres: la fusión de la escoba y la flauta.
09. Hay quienes van más lejos. Incluso oyen el rumor de la lluvia, sienten las frías gotas en la espalda y en la nuca, miran el puente y a los hombres como si se vieran allí retratados, en esa carrera que nunca llega al fin de un camino sin fin eternamente por recorrer, y en su desfachatez creen que en realidad así es.
10. Creo que cada poema lo escriben dos personas. Hay una persona que es la que siente las cosas, la que las experimenta, la que piensa. Y otra persona, que está detrás de mí y dice: "¿No estarás exagerando? , ¿Qué va a entender el lector de lo que estás escribiendo? Y, además, ¿Para qué le sirve?" Ese yo irónico está siempre, pero si desaparece escribiré muy malos poemas... ¡Y si desaparezco yo, también serán malos!