01. Dentro de mil años, sí, dentro de millones de años te diré: ¿sabes donde estás? Estás en mi corazón.
02. Tú eres la noche y la eternidad.
03. ¡Sí! Te contestaré con alegría desde los intemporales campos celestes por donde camino: Estoy en tu corazón, y ¡qué feliz soy!
04. Soy la marea eterna de noche y día en tus ojos que la luz creó y que volvió a crear la luz y le dio contenido.
05. Me desesperaría si no existieses y no me estuvieses esperando aquí con el ansioso aliento de tus fugaces flores.
06. Entonces un suspiro recorrió la creación y el pez volvió a sus aguas y los animales a sus prados y los muertos a sus cuevas en las tinieblas.
07. Conozco un país donde el día invernal sobre el mar es como el crepúsculo entre viejas tumbas.
08. Quieres que me marchite. ¡Y tengo tantas ganas de vivir y florecer!
09. ¡Ay madre! Cuando estemos satisfechos de comer, de hablar, de reírnos y maravillarnos, nos vamos cada uno a lo nuestro: yo a mi cama, donde distraído abro la esclusa intemporal del sueño, tú a tu tumba, donde susurra la hierba familiarmente con su voz de tiniebla y eternidad.
10. El esturión no encontró nunca refugio más bello para sus crías que las sanas entrañas de ella.