Frases de Walter Serner

01. No debes hablar cínicamente con mucha frecuencia. Pero debes serlo siempre.

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02. Nunca te muestres con una chica que aparente tener doce años. Pero muéstrate sin miedo con una de doce que parezca tener diecisiete. La apariencia lo es todo.

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03. No dramatices nunca, simplifica siempre.

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04. Habla irónicamente sin sonreír. Sonríe sin hablar.

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05. Alaba a menudo. Admira rara vez. No critiques nunca.

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06. Saluda también con los ojos o con una sonrisa. Nunca con la boca.

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07. Las personas interesantes (por decirlo así) son siempre un poco brutales.

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08. El mundo quiere ser engañado. Y se pondrá seriamente furioso si no lo haces.

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09. ¿Cuándo eres realmente viejo? Cuando ya no te causa placer tener un público.

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10. No te burles de nadie. A fin de cuentas, nadie entiende una broma que se hace a costa suya.

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11. Nadie es tan tonto como para que no puedas, después de tres días, convencerlo de que es un genio.

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12. Si quieres seguir siendo por largo tiempo el amante de una mujer, debes intentar ser también en este aspecto su... mano derecha.

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Walter Serner

Walter Serner
  • 15 de enero de 1889
  • Karlsbad, Bohemia, Austria
  • agosto de 1942
  • Theresienstadt, Terezín, Chequia

Escritor y ensayista alemán, cercano al dadaísmo.

Sobre Walter Serner

Nació en el seno de una familia judía bajo el nombre de Walter Seligman.

Comenzó a estudiar Derecho en Viena, en 1913, pero a raíz de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), escapó a Suiza, donde conoció a Tristan Tzara y participó junto con otros del movimiento anti arte conocido como dadaísmo.

Más tarde estuvo en Ginebra y luego en París (Francia).

Durante la guerra Serner fue editor de las revistas vanguardistas "Sirius" y "Zeltweg".

En 1921 viajó a Italia, donde permaneció un tiempo.

En 1927 sufrió la censura de sus textos, por considerarlos "un peligro para la moral pública".

Viajó a Praga (República Checa) con su novia, Dorothea Herz, donde se casaron y comenzó a trabajar como profesor de idiomas en una escuela.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la persecución continua, intentaron abandonar Europa varias veces entre 1939 y 1940 en dirección a Shanghai (China) pero sus intentos fracasaron.

En 1942 Walter Serner y su esposa fueron capturados y deportados al campo de concentración de Theresienstadt, donde murieron en agosto de 1942.

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