01. Comprenderéis sin esfuerzo que es absurdo mantener, por medio de delatores y verdugos, la religión de un Dios al que los verdugos hicieron perecer. Es casi tan contradictorio como acaparar los tesoros de los pueblos y de los reyes en nombre de ese mismo Dios que nació y vivió en la pobreza.
02. (Los judíos) Se cortan el prepucio en honor de Dios, cosa muy consecuente. Los hotentotes son más devotos: se cortan un cojón.
03. Al venir al mundo uno llora y los demás se alegran, es necesario morir riendo y que los demás lloren.
04. El hombre, nos lo han dicho muchas veces, es. Un oscuro enigma; pero ¿en qué lo es más que el resto de la naturaleza?
05. Es imposible, en nuestro desdichado globo, que los hombres viviendo en sociedad no estén divididos en dos clases, la una de opresores y la otra de oprimidos; y estas dos se subdividen en mil y esas mil tienen aún matices diferentes.
06. La virtud y el vicio, el bien y el mal morales, son pues en todos los países lo que es provechoso o dañino para la sociedad; y en todos los lugares y en todas las épocas al que más se sacrifique a lo público se le llamará el más virtuoso. Parece pues que las buenas acciones no son otra cosa que aquellas de las que obtenemos provecho y los crímenes las acciones que nos son contrarias. La virtud es el hábito de hacer las cosas que agradan a los hombres y el vicio la costumbre de hacer las cosas que les desagradan.
07. Se ha pretendido en varios países que no le estaba permitido a un ciudadano salir de la nación en lo que el azar le había hecho nacer; el sentido de esta ley es visiblemente: este país es tan malo y está tan mal gobernado que prohibimos a cada individuo que salga, por miedo a que se vayan todos.
08. Nunca ha habido gobierno perfecto porque los hombres tienen pasiones; si no tuviesen pasiones, no necesitarían gobierno.
09. Hasta el día de hoy no he conocido a nadie que no haya gobernado algún Estado. No hablo desde luego de los señores ministros, que gobiernan efectivamente, los unos dos o tres años, los otros seis meses y otros seis semanas; hablo de todos los demás hombres que, a la hora de cenar o en su gabinete, exponen su sistema de gobierno y reforman los ejércitos, la Iglesia, la magistratura y las finanzas.
10. (...) Se puede guiar a los hombres haciéndolos pensar por sí mismos, pareciendo dudar con ellos, conduciéndolos, como de la mano, sin que se den cuenta.
11. Es increíble y vergonzoso que ni predicadores ni moralistas eleven más su voz contra los abusos hacia los animales.
12. Algunos están destinados a razonar erróneamente, otros a no razonar en absoluto, y otros a perseguir a los que razonan.