01. Si fuera un álamo, una luna, un dios luciente... Más sólo soy un hombre en la ladera, un hombre sólo, apasionadamente.
02. Ya ni quiero decirte que te quiero, silencio del amor, noche entregada.
03. Tú, mi razón de vida, mi razón de amor; mi razón, mi pensamiento, mi desencadenado sentimiento, la luz y el fuego de mi corazón.
04. Deja que, así, te exprese, cuando huyen las palabras, ay, expresión del tacto, única voz precisa, deja que, así, te exprese mi ternura.
05. Vivir en ti es vivir, viva pasión, y la vida sin ti no es mi tormento, sino injustificable y vano intento, imposible, imposible abdicación.
06. ¿Creías que el mundo termina donde tú acabas? Tú eres ya no fin, pero ni siquiera comienzo de ninguna cosa. No eres comienzo ni de ti mismo.
07. La vida es mucho más larga, mucho más grande de lo que ahora supones, mucho más magnánima. ¿Te atreverás a decirle que te debe algo? Eres tú quien se lo debes todo.
08. Agradece al tiempo que, mucho más sabio que tú, no apresure tus horas de dolor ni se demore en tus momentos de dicha, sino que te los mida con la misma igualdad, con la misma ecuanimidad generosa.
09. Mi luz te piensa a ti, luz de mi vida, pasión mía, luz mía, fuego mío llama mía inmortal, noche encendida, cauce feliz de mi profundo río, arrebatada flecha, alba elegida, mi dulce otoño, mi abrasado estío.
10. Dices que no puedes más. Aún volverás a sufrir, y a amar, y a sufrir de nuevo, y a gozar otra vez y otra y otra. Sólo morirás una vez, eso es lo único que no podrá repetirse, pero la vida es una continua repetición.
11. ¡Qué profundo es mi sueño! ¡Qué profundo y qué claro, qué transparente es, ahora, el universo! Si pensando en ti, siempre, si, soñado contigo, me desvelo, y te miro por dentro, con mis ojos, si te miro por dentro...