01. Al luchar contra la angustia uno nunca produce serenidad; la lucha contra la angustia sólo produce nuevas formas de angustia.
02. La apariencia posee la plenitud de la realidad, pero sólo en cuanto apariencia. En cuanto cosa distinta de apariencia, es error.
03. Únicamente las cosas relativas a la inspiración se nutren de plazos. Las relativas al deber natural, a la voluntad, no sufren dilación.
04. El humanismo y lo que del mismo se desprende no es un regreso a la antigüedad, sino un desarrollo de venenos anteriores al cristianismo.
05. Estrellas y árboles frutales en flor. La completa permanencia y la extrema fragilidad proporcionan por igual el sentimiento de la eternidad.
06. Un método para comprender las imágenes, los símbolos, etc. No tratar de interpretarlos, sino simplemente mirarlos hasta que brote de ellos la luz.
07. Una mujer que se mira al espejo y se arregla no siente vergüenza de reducirse a sí misma, a ese ser infinito que mira todas las cosas, a un pequeño espacio.
08. El hombre es esclavo en la medida en que entre la acción y su efecto, entre su esfuerzo y la obra, se encuentra interpuesta la intervención de voluntades ajenas.
09. El amor tiende a llegar cada vez más lejos. Pero tiene un límite. Cuando ese límite se sobrepasa, el amor se vuelve odio. Para evitar ese cambio, el amor debe hacerse diferente.
10. El totalitarismo moderno es al totalitarismo católico del siglo XII lo que el espíritu laico y francmasón al humanismo del Renacimiento. Con cada vaivén, la humanidad se degrada.
11. La grandeza del hombre está siempre en el hecho de recrear su vida. Recrear lo que le ha sido dado. Fraguar aquello mismo que padece. Con el trabajo produce su propia existencia natural.
12. Entre las características del mundo moderno no hay que olvidar la imposibilidad de apreciar en concreto la relación entre el esfuerzo y el efecto del esfuerzo. Demasiados intermediarios.