01. Atrás la tierra, el agua, el fuego, el aire: dejad que diga el pensamiento solo la flor sin cuerpo de mi voz desnuda.
02. No puedo cerrar mis puertas ni clausurar mis ventanas: he de salir al camino donde el mundo gira y clama, he de salir al camino a ver la muerte que pasa.
03. Turbada transparencia me dejaste. Porque tu blanca miel labró mis huesos y en limo y hojarasca me encerraste.
04. Vuélvete rosa desnuda al carmen rosa del cielo. La forma de mi desvelo frente a tu sonrisa duda.
05. Aquí jadeo hasta acabar la sangre clavada en la canción mi lanza triste, hasta que el fruto de su viejo vientre lance al estrago la materna esfinge.
06. Voy con el agua entera llena de pechos vivos y rumores; la mansa, la viajera de los largos temblores, la de los infinitos ruiseñores.
07. Canta la noche en fuga por mi muerte, y el alma sale de mi rostro blanco.
08. En este instante puro para mirar la muerte puede mi sombra amiga reconquistar tu frente.
09. Yo sé el camino para poder hallarte. La muerte me ha mirado caminar por sus valles.
10. Porque hay uno, entre todos uno, glorioso pasto de la llaga. Rey sin ventura. El inocente: el que ha traído la palabra.