01. En la escala biológica particular de Óscar, los perros de los vecinos ocupan el tercer lugar entre las especies más peligrosas, despues de los microorganismos y los seres humanos.
02. El texto tiene una melodía que sale del momento. Introducir algo que existe previamente es como pretender incorporarle a una canción un estribillo ya hecho.
03. Todo lo que escribo es un intento por comunicar a otro la misma emoción que sentí en un momento determinado.
04. Los muertos no te engañan, ni te desilusionan. Sólo comparten su paz contigo.
05. Lo soñado se confunde con lo pensado. La realidad y la irrealidad se vuelven continuas.
06. Y sin él, yo no entendía para qué me despertaba por las mañanas.
07. El abuelo era genial. Cazaba lagartijas y mariposas con una red sólo para mirarlas, y luego las soltaba en el río del pueblo. Cocinaba fatal, eso sí. Su plato más exquisito era arroz seco con pedazos de tomate crudo. Pero hasta eso era divertido. Matías siempre había vivido con él, y aunque veía que los demás chicos tenían padres y madres, nunca sintió que le faltase nada.
08. El fútbol es el máximo teatro de nuestra identidad. Es donde todos ponemos en juego en un escenario lo que somos, lo que deseamos, lo que aspiramos como sociedad. Además, es estéticamente hermoso ver los movimientos de los equipos. También es como una estrategia bélica, en la que los jugadores van tomando posiciones, van arrasando a las defensas o atrincherándose. Funciona como un arte y, de hecho, es más absorbente que cualquier forma artística.
09. Cuando llegó a casa, Matías se sentó a comer solo, se fue a lavar los dientes solo y se puso el pijama solo. Y entonces percibió la ausencia del abuelo. La compañía de una persona está llena de ruidos: la cadena del váter, el grifo de la cocina, las toses. Para Matías, estar solo significaba que nada sonaba a su alrededor. Esa noche, en vez de meterse en la cama, se cubrió con las mantas de la cama. Y así permaneció durante horas y horas, porque quería no estar en ninguna parte, quería desaparecer y que nadie le hablase nunca más de tan triste que se sentía.