01. ¡No me seas comodón! No esperes el año nuevo para tomar resoluciones: todos los días son buenos para las decisiones buenas.
02. Que tu perseverancia no sea consecuencia ciega del primer impulso, obra de la inercia: que sea una perseverancia reflexiva.
03. ¡Un gran descubrimiento! Algo que sólo entendías muy a medias, te ha resultado clarísimo cuando has tenido que explicárselo a otros.
04. El trabajo es la vocación inicial del hombre, es una bendición de Dios, y se equivocan lamentablemente quienes lo consideran un castigo.
05. El mejor espíritu de sacrificio es la perseverancia en el trabajo comenzado: cuando se hace con ilusión, y cuando resulta cuesta arriba.
06. Tú no serás caudillo si en la masa sólo ves el escabel para alcanzar altura. Tú serás caudillo si tienes ambición de salvar todas las almas.
07. Audacia no es imprudencia, ni osadía irreflexiva, ni simple atrevimiento. La audacia es fortaleza, virtud cardinal, necesaria para la vida del alma.
08. Serenidad. ¿Por qué has de enfadarte si enfadándote ofendes a Dios, molestas al prójimo, pasas tú mismo un mal rato...Y te has de desenfadar al fin?
09. El desaliento es enemigo de tu perseverancia. -Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. -Sé optimista.
10. Aunque parezca una paradoja, no rara vez sucede que, aquéllos que se llaman a sí mismos hijos de la Iglesia, son precisamente los que mayor confusión siembran.
11. El cristiano debe amar a los demás, y por tanto, respetar las opiniones contrarias a las suyas, y convivir con plena fraternidad con quienes piensan de otro modo.
12. Pretextos. Nunca te faltarán para dejar de cumplir tus deberes. ¡Qué abundancia de razonadas sinrazones! No te detengas a considerarlas. Recházalas y haz tu obligación.