01. Parecía la amapola que ayer vi en el cementerio, sus rojos labios que ansiaban darme los últimos besos.
02. Desde la frente, que es lámpara lírica, desborda su acento como un aceite de aroma y de gracia la ardiente poesía.
03. Tiene la mariposa cuatro alas; tú tienes cuatro versos voladores; ella, al girar, resbala por las flores; tú por los labios, al girar, resbalas.
04. El agua, como un tálamo amoroso, te ofrece sus cristales movedizos donde tiendes tu cuerpo luminoso.
05. Y al ostentar desnuda tus hechizos, el mar, con un abrazo tembloroso, te envuelve en haz de onduladores rizos.
06. Como el almendro florido has de ser con los rigores, si un rudo golpe recibes suelta una lluvia de flores.
07. Aprovecha tus abriles y ama al hombre que te quiera, mira que el invierno es largo y corta la primavera.
08. Para alcanzar las estrellas sonda el cisne la laguna; en el mar de los amores yo soy cisne y tú eres luna.
09. A la luz de tu mirada despido mis penas todas, como a la luz de los astros la hoja despide la sombra.
10. No soy dueño de mí mismo ni voy donde a mí me agrada, atado llevo el deseo al hilo de tu mirada.
11. Tengo los ojos rendidos de tanto mirar tu cara, si los cierro, no es que duermen, es tan sólo que descansan.
12. Cuando me esté retratando en tus pupilas de fuego, cierra de pronto los ojos por ver si me coges dentro.