01. Los grillos bajo las hojas se llaman dulcemente.
02. Tened los pies en el suelo, y construir una obra fuera del tiempo, fuera del lugar.
03. En la delicia de la sal todas son lanzas del espíritu... ¡Yo avivaré con sal las bocas muertas del deseo!
04. Y como la sal está en el trigo, la mar en ti en su principio, la cosa en ti que fue de mar, te ha dado ese sabor de mujer feliz y a la que uno se acerca...
05. A veces, el corazón del hombre a lo lejos se extravía, y bajo el arco de su ojo hay, como en los grandes arcos solitarios, ese muy grande lienzo de mar de pie en las puertas del desierto...
06. ¡Alegría! ¡Oh alegría desatada en las alturas del cielo! Las telas puras resplandecen, los invisibles atrios están sembrados de hierbas y las verdes delicias del suelo se pintan al siglo de un largo día.
07. Gente del polvo y de toda especie...Gente de los confines y de más allá...Seguidores de pistas, de estaciones, levantadores de campamentos en el soplo del alba; buscadores del agua en la corteza de la tierra...
08. (...) Con todas las cosas errantes por el mundo, cosas al borde de la hora, van donde van todos los pájaros del mundo, a su destino de seres creados... A dónde va el movimiento mismo de las cosas, en su oleaje, adónde va el curso mismo del cielo, sobre su rueda, a esa inmensidad de vivir y crear por la que se conmovió la gran noche de mayo, van, doblando más cabos de los que crecen en nuestros sueños, y pasan, dejándonos en el océano de las cosas libres y no libres...