Frases de Rudyard Kipling
Los pensamientos fueron ordenadas por el año de publicación de sus obras.
- 1891. La luz que se apaga
- 1894. El libro de la selva
- 1896. Capitanes intrépidos
- 1901. Kim
- 1935. Cuentos de la India
La luz que se apaga (1891)
El pintor Dick Heldar pierde la visión. Pero tras una breve caída en la melancolía, encuentra lo mejor de él: fe en uno mismo, capacidad de sacrificio, abnegación absoluta y sentido inquebrantable de la amistad.
01. Debes aprender a perdonar a un hombre cuando está enamorado.
02. Tengo mis propias cerillas y azufre, y voy a hacer mi propio infierno.
03. Todos somos islas gritándonos mentiras a través de mares de malentendidos.
04. El mundo es muy hermoso, y es muy horrible, y no le importa tu vida, la mía o cualquier otra.
05. Dios nos ayuda para que conozcamos lo peor muy jóvenes.
06. Estamos todas las islas gritándonos mentiras entre nosotras a través de mares de incomprensión.
07. El mundo es muy bonito y es muy terrible, no se preocupa por tu vida o la mía o cualquier otra cosa.
08. Es difícil vivir solo en la oscuridad, confundiendo el día y la noche; caer a dormir de puro cansancio al mediodía, y levantarse inquieto en el frío del amanecer.
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El libro de la selva (1894)
Historia de Mowgli, un niño criado por una manada de lobos, que vivirá junto a otros animales aventuras maravillosas y peligrosas, transmitiendo valores como la amistad, la lealtad, el amor y la unidad.
01. Silencio, mi amor, que la noche crece.
02. De nada me sirve ser hombre...Si no entiendo el lenguaje que usan los hombres.
03. Tu corazón es grande y tu lengua hábil. Entre las dos cosas llegarás muy lejos.
04. Tienes tal confianza en ti mismo que andas absolutamente descuidado. Una prueba más de que perteneces a la raza humana. Tienes que ser prudente.
05. Las fieras saben que el hombre es el animal más indefenso de la naturaleza. No es una presa digna de un cazador que se precie de serlo.
06. Los hijos de los reyes son hombres desde que nacen.
07. Los elefantes miedosos siempre están expuestos al daño.
08. Un mentiroso solo miente cuando confía en que van a creerle.
09. El sol es tan fuerte que parece hacer vibrar las rocas recalentadas.
10. No te enfades. Esa sí que es la peor de las cobardías.
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Capitanes intrépidos (1896)
Harvey es un niño malcriado, impertinente y maleducado, pero todo cambia cuando naufraga y es recogido por unos pescadores. Su vida en el barco pesquero le obligará a aprender un oficio para poder comer, y le enseñará nuevos valores.
01. En cuanto a mí, quiero libertad o muerte.
02. No voy a negar lo que parece que así va siendo.
03. Los hombres que están habituados a comer en mesas diminutas durante terribles tormentas tienen costumbres muy limpias y delicadas.
04. Se os oprimirá el corazón de tanto llorar. Dios sabe que yo tengo también mis razones para llorar y no lo hago...
05. - ¿Dónde están los peces? -Dicen que en el mar; en los botes rogamos nosotros -respondió Harvey repitiendo un refrán de pescadores.
06. Estoy vigilando el viento...Lo que es yo no veo ningún indicio...Vámonos a favor de la niebla...Detrás de la niebla hay viento.
07. Los peces son cada vez más pequeños y tú has ido a pescar el halibut más grande que podríamos encontrar en este viaje.
08. Conste (...) que las cosas deben venir a cuento en todas las ocasiones...La luz de su nuevo argumento iluminó la mirada de Salters, que estaba desmigando tabaco para su pipa.
09. Es inútil prohibirme que haga lo que me da la gana...Los jóvenes siempre tan corteses con los mayores y los mayores siempre tan dispuestos a estimar esta cortesía.
10. Las personas más indiferentes a todo no pueden menos de fijar su atención en los detalles de la vida a bordo, mucho más cuando ésta continúa por mucho tiempo.
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Kim (1901)
Historia de Kimball OHara, huérfano de un soldado del regimiento irlandés... Un viaje iniciático que esconde una misión secreta, prefiguración de su futuro como miembro de los servicios secretos.
01. No hay pecado tan grave como la ignorancia. Acuérdate siempre de esto.
02. Su evasión representaba el colmo de la insolencia; pero, al menos, revelaba valor y resolución.
03. No puedes elegir la Liberación y al mismo tiempo permanecer esclavo de las delicias de la vida.
04. La educación, si es buena, es la mayor de las bendiciones. De otro modo no sirve para nada.
05. Este asunto de las religiones es como los caballos. El hombre inteligente sabe que los caballos son útiles...Y que de todos puede sacarse provecho.
06. Los hombres son como los caballos. A veces necesitan sal, y si no la encuentran en el pesebre irán a lamerla de la tierra.
07. El suelo era de buena tierra limpia: no de hierbas frescas, que por el mero hecho de vivir están ya a medio camino de la muerte, sino de tierra llena de esperanza que contiene la semilla de toda vida.
08. Los que piden en silencio, en silencio se mueren de hambre.
09. Las veinticuatro horas del día tienen igual valor para los orientales.
10. ¿A quién se le ocurre buscar una rata en un estanque de ranas?
Cuentos de la India (1935)
Relatos sobre la vida de los ingleses y de los nativos de la India, en los tiempos del Imperio Británico. Su descripción de los personajes, el paisaje y las situaciones son siempre fascinantes y están cargadas de enseñanzas.
01. ¡Fíjate! ¿Qué hay en todo esto como para tener miedo? Te dije, mi pequeña Corazón-valiente, que no había nada que temer...
02. No hay palabras para describir todo este espanto; pero, lo juro por mi cabeza, yo sólo describo lo que he visto.
03. La caballería permaneció inmóvil, pero todos sus hombres empuñaron cada cual su carabina y se situaron a un costado de sus caballos.
04. El hombre mejor que hay sobre la tierra..., sin excepción alguna. Es un hombre de los que dejan que uno mismo se suene la nariz.
05. Después de todo -decía yo en mi argumentación interna- la presencia de la litera es suficiente para demostrar la existencia de una ilusión espectral. Habrá fantasmas de hombres y mujeres, pero no de calcetines y coolies.
06. (...) Más aún, y como señal visible de que Londres es un lugar olvidado de Dios, caen sobre ella ciertos días, sin previa advertencia, unas nieblas frías, que privan por completo a la ciudad de la luz del sol; la gente, hombres y mujeres, y los conductores de vehículos, caminan a tientas y lanzando bramidos dentro de esta sima a las doce del día, sin verse unos a otros.