01. Mis manos, mis pies, a los grandes sueños habéis encadenado.
02. La palabra nos revela la consistencia del espíritu.
03. Se lo llevó todo y me dejó en la calle, fuera de mi propio corazón. Solo.
04. Aprehender, sí. Primero asimilando los matices y contornos ocultos. Lo húmedo, lo tibio, y si soy afortunado el rumor de tu sangre abriendo zanja en la vida.
05. Loco. Grabo tu adjetivo y tu risa, tus piernas en la lluvia y la comisura de tus labios tristes.
06. De la semilla que arrojes un huerto plantaré y a él te allegarás para llenar tu corazón.
07. No quiero el calor de vuestro fuego, no quiero el agua de vuestras tinajas. Quiero sólo un lugar para mi canción.
08. Aprended a ser profetas sin hablar del futuro. ¿No pertenecen los sueños al presente?
09. Acérquense los del fuego, los enamorados de la vida. Nos calentaremos con estos nuestros corazones hechos leña bajo este rudo temporal, pero contentos.
10. Fina es la lámina, casi transparente. La lámina de azúcar que separa tus labios. Por allí se fue mi corazón relamiéndose las heridas.
11. Como monedas echamos las palabras en la mente del niño para que con el tiempo su pensamiento sea un tesoro.
12. Ya sólo chocaron tu cuerpo y el mío como dos pedernales. Al amanecer me sorprendí de que respiraras todavía.