01. Una vez vi un ganso en Canadá a quien unos cazadores le habían matado la pareja. Sabes que se aparean para toda la vida. El ganso anduvo en círculos alrededor del estanque durante muchos días después de lo sucedido. Cuando lo vi por última vez nadaba solo en medio del arroz silvestre, siempre buscando. Supongo que la analogía es demasiado obvia para el gusto literario, pero es así como me siento.
02. Robert, hay un ser dentro de ti que yo no llego a sacar a la superficie, que no tengo fuerzas suficientes para alcanzar. A veces siento que hace mucho tiempo que estás aquí, más que una vida, y que has estado en lugares con los que ninguno de nosotros ha soñado jamás. Me asustas, a pesar de que eres muy delicado conmigo. Si no luchara por controlarme cuando estoy contigo, sentiría que puedo descentrarme y no encontrar retorno.
03. Dios o el universo, o lo que uno elija para nombrar los grandes sistemas de equilibrio y orden, no reconoce el tiempo terrestre. Para el universo, cuatro días no es distinto de cuatro mil millones de años luz. Yo trato de tenerlo siempre presente. Pero, al fin y al cabo, no soy más que un hombre. Y todas las elucubraciones filosóficas que puedo conjurar no me salvan de desearte, todos los días, a cada momento ni del despiadado gemido del tiempo, el tiempo que nunca puedo pasar contigo, dentro de mi cabeza. Te amo profundamente, totalmente. Y será siempre así.
04. Cuando haya terminado con el puente que vimos hoy, no tendrá el aspecto que tú piensas. Lo habré convertido en algo mío, por la elección del lente, o el ángulo de la cámara, o la composición general, y más probablemente por la combinación de todo eso. Yo no me limito a tomar las cosas como se dan; trato de convertirlas en algo que refleje mi conciencia personal, mi espíritu. Trato de encontrar la poesía en la imagen. La revista tiene su propio estilo y sus exigencias, y yo no siempre estoy de acuerdo con el gusto del editor; en realidad la mayor parte del tiempo no lo estoy.
05. Medía menos de un metro setenta, andaba por los cuarenta o poco más, tenía una linda cara y un cuerpo hermoso, cálido. Pero dondequiera que iba encontraba mujeres bonitas. Esas cosas físicas eran agradables, pero para Robert la inteligencia y la pasión que nacen de vivir, la capacidad de conmover y de conmoverse con sutilezas de la mente y el espíritu, era lo que realmente contaba. Por eso no encontraba atractivas a la mayoría de las mujeres jóvenes, resultándole indiferente su belleza exterior. No habían vivido ni sufrido lo suficiente como para poseer esas cualidades que le interesaban.
06. Hace unas semanas me sentía equilibrado, razonablemente satisfecho. Tal vez no profundamente feliz, tal vez un poco solo, pero al menos contento. Ahora todo ha cambiado. Ahora sé que estuve yendo hacia ti, y tú hacia mí desde hace largo tiempo. Aunque ninguno de los dos percibía al otro antes que nos conociéramos, había una especie de certeza inconsciente que cantaba alegremente bajo nuestra ignorancia, asegurando que nos reuniríamos. Como dos pájaros solitarios que vuelan por las grandes praderas por designio de Dios, en todos estos años y estas vidas hemos estado yendo el uno hacia el otro.
07. Pensó en Marian, que lo había dejado nueve años atrás, después de cinco de matrimonio. Ahora Kincaid tenía cincuenta y dos, lo cual significaba que ella estaba llegando a los cuarenta. Marian soñaba con ser música, cantante folk. Sabía todas las canciones de los Weavers y las cantaba muy bien en los cafés de Seattle. En aquellos tiempos, cuando Robert llegaba a casa, la llevaba en el auto a reuniones de músicos de jazz y se sentaba con el público a oírla cantar. Sus largas ausencias, a veces de dos o tres meses, eran perjudiciales para el matrimonio. El lo sabía. Marian estaba enterada de lo que él hacía cuando se casaron, y pensaron que de algún modo podrían manejarlo. No pudieron. Cuando Robert volvió después de hacer una nota fotográfica en Islandia ella no estaba. La esquela decía: Robert, no funcionó. Te dejo la guitarra Harmony. Mantente en contacto". No lo hizo. Ella tampoco. Firmó los papeles del divorcio cuando llegaron un año después, y al día siguiente tomó un avión para Australia. Ella no pedía nada; sólo su libertad.