01. La conciencia nace del propio ser humano como una forma de vida.
02. Mi padre una vez me dijo: Hay algunos a los que les toca dar la sangre a otros les toca dar la fuerza, así que mientras podamos nosotros demos la fuerza.
03. La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz.
04. La democracia no es una meta que se pueda alcanzar para dedicarse después a otros objetivos; es una condición que sólo se puede mantener si todo ciudadano la defiende.
05. (...) Lo que no se vale es la hipocresía y la doble moral de quienes condenan una forma de terrorismo, al mismo tiempo que tratan de justificar el terror de los estados.
+ Frases de Terrorismo de estado
06. Nadie puede justificar, por ningún motivo, la matanza indiscriminada de civiles indefensos. Ninguna causa o bandera puede validar el uso del terror asesino en contra de mujeres, hombres y niños.
07. Lo que hoy no hago, definitivamente, es perder el tiempo acudiendo a lugares si no es fructífero para las causas que represento. Hay que centrar las fuerzas. Una iluminación propia nos guía para el futuro.
08. Nosotros jamás conocimos juguetes comprados, juguetes de plástico. Pero conocimos la naturaleza. Nuestra vida fue diferente a la de niños de otras sociedades. Jugamos con la naturaleza. Nuestros abuelos tenían un respeto profundo a la tierra, a los árboles, a los animales.
09. El imperialismo, para los pueblos indígenas, ha sido el silencio. Es el que quisiéramos verdaderamente derrotar algún día, porque un pueblo silenciado es más doloroso que un pueblo que habla y no se escucha. No hay cosa más triste que el silencio como regla sobre los pueblos.
10. Les he planteado a algunos que gobiernan lo siguiente: una cosa es tener el poder en las manos y otra es incidir. No perdono un gobierno que me diga que no tenemos recursos porque somos pobres. No, tienen el poder en sus manos: o son consecuentes o no tienen voluntad política.
11. El mundo ha perdido muchos valores, especialmente los de la comunicación, la memoria. A veces nuestros propios pueblos pierden su memoria histórica y no tienen toda la culpa, pues las editoriales no publican sus libros y los medios de comunicaciones crean solo fantasías de intrigas, de odios, de rencores o, simplemente, silencio.