01. Algunos amigos muertos y yo nos reunimos en esas tardes de ocio que abundan en la muerte y mientras tomamos cerveza muerta y escuchamos música muerta nos sentamos a mirar la vida igual que los vivos miran la televisión.
02. Lee Mellon me contó con bastante tristeza que después de descubrir que se le habían caído los dientes del bolsillo de la camisa, tardó casi una hora en encontrarlos, y que cuando los encontró, no valía la pena haberlos encontrado.
03. La biblioteca vio la luz primera de sus días debido al deseo y a la necesidad impostergable de tener un lugar así. Se trataba simplemente de que hubiera una biblioteca como ésta. Aquel deseo engendró la existencia del edificio de esta biblioteca, que no es muy de por cierto, y a su personal de planta que en este momento da la casualidad de que está formado por mí.
04. La otra habitación de la segunda planta estaba ocupada por un hombre que siempre decía hola por la mañana y buenas noches por la noche. Era amable. Un día de febrero bajó a la cocina comunitaria y asó un pavo. Se pasó horas rociando el pavo con salsa y preparando una estupenda comida. A la vista había muchas nueces y champiñones. Cuando hubo acabado de cocinar se llevó el pavo arriba y nunca más volvió a utilizar la cocina. Poco después de eso, creo que era un martes, dejó de decir hola por la mañana y buenas noches por la noche.