01. La ciencia no conoce el amor propio.
02. No era nada genial, pero fui el único en demostrar mi ingeniosidad.
03. ¿Hombres racionales? ¿Hombres detentores de la sabiduría? ¿Hombres inspirados por el espíritu...? No, esto no es posible.
04. (...) Si es necesario, les haré fusilar a todos, antes que seguir alimentando a unos haraganes. La enfermedad no será motivo de dispensa. Un hombre enfermo siempre puede contribuir con su esfuerzo. Construiré el puente sobre los huesos de los prisioneros, si me obligan a ello.
05. Claro que hay algo que ha cambiado. Eso es natural. La música es diferente según el punto donde se escucha. Ahora me encuentro en el bosque, al pie de la montaña. El eco no es el mismo que sobre una cumbre o en el agua...S i esta misión continúa mucho tiempo más, voy a acabar escuchando voces...
06. Me sentía aniquilado. Los acontecimientos de los días últimos habían destrozado mi cuerpo y sumido mi espíritu en un desorden tan absoluto que hasta entonces no había sido capaz de deplorar la pérdida de mis compañeros e incluso de darme cuenta, de una forma concreta, de lo que representaba para mí la destrucción de la chalupa.
07. Es necesario mantener la disciplina. En caso de que algunos de ustedes tengan la intención de proceder como les venga en gana, les recuerdo que tengo el poder de decidir sobre la vida y muerte de todos, y no dudaré en hacer uso de ese derecho para garantizar la correcta ejecución de las obras que me ha confiado Su Majestad Imperial.
08. (...) Un reflejo imposible de describir en el que me parece ver una curiosidad despierta, una emoción insólita, sombras de recuerdos ancestrales que buscan emerger de la bestialidad y quizás... El destello incierto de la esperanza. Estoy convencido de que esta esperanza la estoy alimentando inconscientemente desde hace algún tiempo. ¿No será ella la que me mantiene en esta excitación febril?
09. ¡Era esto! Aquellos demonios querían estudiar en nosotros, en mí, que me encontraba mezclado con aquel rebaño por una extravagancia del destino, las prácticas amorosas de los hombres, las formas de acercamiento del macho y de la hembra, la manera de acoplarse en cautividad, para compararlas, tal vez, con observaciones anteriores sobre los hombres en libertad. ¿Acaso pensarían también librarse a prácticas de selección?
10. Torturaba mi cerebro para buscar un sentido a los acontecimientos de que había sido testigo. Tenía necesidad de este esfuerzo intelectual para poder huir de la desesperación que me estaba acechando, para probarme a mí mismo que era un hombre, quiero decir un hombre de la tierra, una criatura racional, acostumbrada a buscar una explicación lógica a todos los caprichos de la naturaleza, incluso a los de apariencia milagrosa, y no una bestia acorralada por unos monos extrañamente civilizados.
11. Lo que usted debe saber también es que cuando nos desplazamos a esta velocidad, nuestro tiempo se aparta sensiblemente del tiempo de la Tierra, y esta diferencia se hace tanto mayor cuanto más veloz es el desplazamiento. Ahora mismo, desde que empezamos esta conversación, hemos vivido unos minutos que corresponden a varios meses de tiempo de nuestro planeta. Llegará un momento en que el tiempo ya casi no correrá para nosotros sin que, por otra parte, lleguemos a darnos cuenta de cambio alguno. Para usted y para mí, unos segundos, unos latidos de nuestros corazones corresponderán a varios años terrestres.
12. ¿Es que la literatura está verdaderamente fuera del alcance de nuestros grandes monos superiores si admitimos que son capaces de juntar las palabras? ¿De qué está hecha nuestra literatura? ¿De obras maestras? La respuesta debe ser negativa. Se escribió un libro original -no se escriben muchos más de uno o dos cada siglo- y los hombres de letras lo imitan, es decir, lo copian, de manera que se publican centenares de miles de obras que tratan exactamente de las mismas materias, con títulos algo distintos y combinaciones de frases modificadas. Éstos, los monos, imitadores por naturaleza, pueden ser capaces de realizarlo, siempre a condición de que puedan utilizar la lengua.