03. ¡Una ópera! ¡Vaya, por Dios! ¡Será, como de costumbre, un drama semi serio, un largo, melancólico y pesado estrambote poético! ¡Bárbaro gusto! ¡Siglo corrompido!
04. Nuestro sexo es ardiente, pero tímido; por más que cierto encanto nos arrastre hacia el placer, la mujer más proclive a tener aventuras siente dentro de si una voz que le dice: sé hermosa, si puedes; sé honesta, si quieres; pero sé siempre considerada.
05. La calumnia es un vientecillo, es un aura muy gentil, que insensible, sutil, con ligereza, suavemente, empieza, empieza a murmurar. Poco a poco, a ras de suelo, en voz baja, silbando va corriendo, va zumbando, (... ). Una vez fuera de la boca el alboroto va creciendo, gana fuerza poco a poco y vuela de un lugar a otro; parece el trueno, la tempestad que en medio de los bosques va silbando y atronando y nos hiela de horror. Al fin se desborda y estalla, se propaga y se redobla y produce una explosión, (...) Y el infeliz calumniado, envilecido, aplastado, bajo el azote público podrá considerarse afortunado si muere. Y el infeliz calumniado, envilecido, aplastado, bajo el azote público podrá considerarse afortunado si muere.
Escritor, dramaturgo, inventor, músico, diplomático, espía y revolucionario francés, creador de "El barbero de Sevilla" (1975) y "Las bodas de Fígaro" (1785) y convertidas en óperas por Rossini y por Mozart.
Sobre Pierre-Augustin de Beaumarchais
Hijo de un relojero, Pierre-Augustin de Beaumarchais abandonó los estudios a los trece años para trabajar con el padre, llegando a ser relojero de Luis XV y favorito de la Corte.
En 1753 inventó el mecanismo de los relojes con un nuevo tipo de escape.
En 1756 se casó con Madeleine-Catherine Aubertin, viuda del proveedor de la corte, y tomó el apellido "Beaumarchais" de una de las propiedades de ella, que murió un año después.
En 1759 dio clases de arpa a las hijas de Luis XV y gozó de la protección real, que le permitió obtener varios cargos oficiales, y asociarse con el banquero más famoso de su tiempo, Pâris-Duverney.
En 1764 se trasladó a España por motivos políticos y económicos, donde escribió "Eugénie" (1767) y el drama "Los dos amigos" (1770).
En 1972 Pierre-Augustin de Beaumarchais terminó de escribir "El barbero de Sevilla", comedia que estrenó en 1775 con gran éxito y en la que satirizaba la clase dirigente francesa y reflejaba la creciente insatisfacción del pueblo contra la nobleza.
En 1775 participó como intermediario francés para la venta de armas a las colonias americanas durante la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865) y defendió la causa de los Insurgentes de América del Norte y de Francia.
Fundó la Sociedad de autores y compositores dramáticos en 1777 y obtuvo, durante la Revolución francesa (1789-1799) el reconocimiento de los derechos de autor.
En 1778 terminó de escribir la comedia "Las bodas de Fígaro", protagonizada por los mismos personajes que "El barbero de Sevilla" y con renovadas críticas a la clase dirigente.
En 1790 se unió a la Revolución francesa y fue nombrado miembro provisional de la Comuna de París, pero pronto dejó el cargo e intentó volver a dedicarse a las especulaciones armamentísticas, no resultándole favorable.
En 1789 los revolucionarios le consideraron sospechoso y le encarcelaron en la Abadía, pero logró escapar y se exilió en Hamburgo (Alemania) hasta 1796.
De nuevo en Francia, escribió sus "Memorias" en 1795 y falleció de apoplejía en París en 1799.
Estas comedias de Pierre-Augustin de Beaumarchais dieron lugar a dos óperas sumamente populares, Las bodas de Fígaro de Mozart (1784), que fue prohibida por Luis XVI hasta 1784, y El barbero de Sevilla de Rossini (1816).