01. (...) Son mis recuerdos de estos malos tiempos los que explican la serenidad de mi consejo a los jóvenes científicos de que tengan más de una cuerda en su arco y estén dispuestos a aceptar un no como respuesta, si las pruebas apuntan en esa dirección.
02. [Un científico tendrá] Temperamento enérgico dispuesto a resolver un problema; aplicación en las tareas y una fortaleza que lo mantiene erguido ante muchas cosas que podrán haberlo tumbado; y ante todo, perseverancia, un terco rechazo a desistir y a admitir la derrota.
03. Uno inventa un mundo posible y luego toma medidas para averiguar si ese mundo posible que ha imaginado se corresponde, al menos como primera aproximación, con el mundo real. Esto no incluye, por cierto, describir nuestro desayuno ni contar que estábamos sentados en una roca.
04. La cuestión de la naturaleza de la creatividad plantea un verdadero desafío: ¿Cómo debe abordarla un científico? Es una pregunta que él debe procurar responder, porque las explicaciones e hipótesis científicas son hazañas creativas: un científico también ejercita una imaginación creativa (... ).
05. Un científico debe ser de hecho libremente imaginativo y aun así escéptico, creativo y aun así crítico. Existe un cierto sentido en el que debe ser libre, pero otro en el que su pensamiento debe estar muy precisamente reglamentado; existe poesía en la ciencia, pero también una gran cantidad de contabilidad.
06. La tarea cotidiana de la ciencia no consiste en cazar datos, como supondría un inductivista, sino en verificar hipótesis, es decir, en ver si resisten la prueba de la vida real o, cuando se trata de inventos, en ver si funcionan. Los actos realizados para verificar una hipótesis se denominan "experimentos".
07. [ ¿Qué nos hizo decidir que realmente queríamos ser científicos y no cualquier otra cosa? ] No logro apartarme de mí mismo lo suficiente para encontrar una respuesta realmente satisfactoria, pues no puedo recordar claramente una época en que no pensara yo que lo más interesante que el hombre podía ser era hombre de ciencia.
08. Según mi experiencia, los administradores profesionales tienen por regla algún tipo de simpatía y entendimiento a los investigadores, pero los académicos que "se han arrojado a la vida administrativa", tal vez por ser académicos estériles, sentían muy poca simpatía hacia aquellos de nosotros que estábamos tratando de administrar la labor de investigación y enseñanza.
09. Soy incapaz de existir simultáneamente en dos universos espirituales: la literatura y la ciencia. Esta es mi debilidad fundamental: no puedo mantenerme a la vez despierto y en el sueño, en el juego. En cuanto "hago literatura", me encuentro en otro universo; le llamo onírico porque tiene otra estructura temporal y porque mis relaciones con los personajes son de naturaleza imaginaria y no crítica.
10. Una sociedad abierta como la nuestra es una sociedad donde el desacuerdo y el disenso, lejos de estar prohibidos, se usan como agentes del mejoramiento social, pues criticando las propuestas legislativas antes de que cobren carácter estatutorio podemos salvarnos de cometer errores graves. En una sociedad abierta la gente puede florecer en toda su rica y a veces extraña diversidad de opiniones políticas, orígenes étnicos y creencias religiosas.
11. Hay algo de verdad en el psicoanálisis, como lo hubo en el mesmerismo y en la frenología (es decir, el concepto de la localización de funciones en el cerebro). Pero, considerado en su conjunto, el psicoanálisis no resulta. Es un producto acabado, como lo fueron un dinosaurio o un Zeppelín; no se puede, ni se podrá jamás erigir una teoría mejor sobre sus ruinas, que permanecerán para siempre como uno de los paisajes más tristes y extraños de la historia del pensamiento del siglo XX.
12. La razón de la investigación en colaboración es el sinergismo de dos o más cerebros que trabajan hacia la solución de un mismo problema (...) Sólo en la ciencia y en la tecnología y tal vez en la solución de problemas se obtiene esta relación: no es fácil imaginar que una novela fuera mejor por haber sido escrita por dos autores, o que un mural ejecutado por dos pares de manos resultara una obra de arte mejor por la suma de dos actuaciones. Más que esto, los colegas aumentan la satisfacción de haber tenido una buena idea o de llevar un experimento difícil a buena conclusión, y hacen mucho más soportable los retrocesos y las dilaciones que son inevitables en la investigación científica.