01. Mi ojo asciende al sexo de la amada: nos miramos, nos decimos palabras oscuras, nos amamos como se aman amapola y memoria, nos dormimos como el vino en los cuencos, como el mar en el rayo sangriento de la luna.
02. En la fuente de tus ojos viven las redes de los pescadores de la mar del extravío. En la fuente de tus ojos el mar cumple su promesa. Aquí arrojo yo, un corazón que se detuvo entre los hombres, mi ropa y el esplendor de un juramento: Más negro en lo negro, más desnudo voy. Sólo infidente soy fiel. Yo soy tú si yo soy yo.
03. ¿Qué tiempo es éste en el que una conversación es casi un crimen porque incluye tantas cosas explícitas?
04. Nos mantenemos abrazados en la ventana, nos ven desde la calle: tiempo es de que se sepa, tiempo es de que la piedra pueda florecer, de que en la inquietud palpite un corazón. Tiempo es de que sea tiempo. Es tiempo.
05. Un pensamiento con estatura de árbol aferra el son de luz: todavía hay canciones que cantar más allá de los hombres.
06. A una y otra mano, allí donde me crecían las estrellas, lejos de todos los cielos, cerca de todos los cielos: ¡Cómo se vela allí! ¡Cómo se nos abre el mundo a través de nosotros!
07. En la fuente de tus ojos, un ahorcado estrangula la soga.
08. Puntas de llamas vigilantes en el cielo, perfil de crestas bajo el fuego sensaciones, tejidas por la helada, arranque en frío con hemoglobina.
09. Algo sobrevivió en medio de las ruinas. Algo accesible y cercano: el lenguaje.
10. Los lleva como llevó el cielo mis cabellos aquel año en que amé.
11. ¿Me permites, madre, como ayer, ay, en casa, la discreta, dolorosa rima alemana?
12. Acaso soy uno de los últimos que deben vivir hasta el final el destino de la cultura judía en Europa. ¿Por qué escribo "deben vivir"? Porque un poeta no puede dejar de escribir, mucho menos si es judío y su idioma de escritura el alemán.