01. Pero que quede claro que esto es sólo sexo. Algo sin importancia entre tú y yo. Nada de relación. Nada de exclusividad ni reproches. Ambos somos personas adultas y libres para hacer lo que queramos ¿Hay trato? Aquello era el mejor ofrecimiento que le habían hecho nunca. Dispuesto a disfrutar de lo que tenía entre sus brazos asintió besándola. -Trato hecho, honey.
02. Te guste o no, eres como la gran mayoría de la humanidad. El problema es que esa humanidad se divide entre los que no nos resignamos a los convencionalismos y gozamos del sexo con normalidad y sin tabú, y los que ven el sexo como un pecado. Para muchos la palabra «sexo» es ¡Diversión! ¡Gozo! ¡Excitación! Y lo que más me joroba de tus palabras es que sé que lo vivido te ha gustado.
03. No importa. Yo te los haré conocer si quieres, porque... Me siento terriblemente atraída por ti. Sé que no pegamos ni con cola. Sé que vamos a discutir muchas veces, pero también sé que si hubieras bailado con esa...Esa pelirroja un minuto más, hubiera explotado como una loca porque creo que... Creo que me he enamorado de ti como una imbécil y... Yo...Yo no sé ni lo que estoy diciendo.
04. (...) Duncan no pudo resistir. Tenerla tan cerca era una tentación. Estaba acostumbrado a que las mujeres se le echaran encima, aunque las rameras con las que él estaba acostumbrado a tratar no tenían ni la suavidad, ni la mirada retadora, ni el aroma de ella. Sin saber por qué, la atrajo hacia él y tomó sus labios vorazmente. Megan, al sentirse rodeada por aquellos poderosos brazos y ver cómo Duncan tomaba su boca, intentó apartarse. Pero el desconocido deseo que sintió por él hizo que se dejara besar.
05. Me importa un pimiento del piquillo lo que hagas, o lo que dejes de hacer. Y me voy porque quiero. Porque tengo cosas más importantes que hacer que estar perdiendo el tiempo aquí contigo, ¿Algo más? Él no respondió. Se limitó a mirarla con su gesto impasible, como si le perdonara la vida. Por ello marta, tras resoplar, se quitó su mano de la cintura y comenzó a andar hacia la puerta. Pero antes de lograr abrirla este llegó hasta ella y cogiéndola como una pluma, le dio la vuelta, la alzó, la acercó hasta él y la besó.