01. Si tienes miedo de hacerte daño, aumentas las probabilidades de que eso mismo suceda.... ¡Se imprudente y, sobre todo, entrégate sin reservas!
02. Era la época en que todavía llevaba mi corazón hecho pedazos metido en una caja a zapatos que había pertenecido a quien yo consideraba mi elegida.
03. Siempre se produce un momento patético pero agradable en el que pienso que mis sueños pueden hacerse realidad, en ese momento creo en lo imposible.
04. ¿Y a qué se parece ella? –Apenas la he visto, pero pude sentir que era muy guapa. – ¿Muy guapa de verdad? –Tan absolutamente guapa como que el reloj marca las horas.
05. Y sin embargo he puesto mi vida en tus manos, porque, más allá del sueño, me has dado una dosis de amor tan fuerte que me he sentido capaz de enfrentarlo todo por ti.
06. El beso más pequeño nunca visto ¿Fue un beso robado? –me preguntó el viejo detective. –Fue demasiado bueno para ser nada más que un beso robado, pero de todos modos... Sí. Un poco.
07. A veces nos derrumbamos hasta tal punto que incluso la idea de la felicidad nos asusta. Los ojos del corazón se acostumbran a la oscuridad e incluso la luz más suave se vuelve cegadora.
08. El recuerdo de ese beso sigue tan vívido que es como si lo estuviese viviendo ahora mismo. Como si se regenerase a cada segundo. -Porque piensa en él todo el tiempo, es usted quien lo mantiene vivo.
09. Tu cuerpo se parece, hasta confundirse con él, a ese árbol frutal que tiene la particularidad de no producir más que dos frutos por vida. Cuentan que si te duermes entre sus ramas te despiertas enamorado.
10. Descubro la extraña mecánica de su corazón. Funciona con un sistema de concha auto protectora ligada a la falta de confianza que la habita. Una ausencia de autoestima pelándose con una determinación fuera de lo común.
11. El cielo explota en sollozos de lluvia contra el cristal. Jamás lograré aceptarlo. Lo que ha pasado, lo que ya no ha pasado. Las estrellas se disuelven a través del parabrisas, la luz de la luna penetra incluso en lo más hondo del asfalto.
12. No estás obligado a dejar de tener miedo. Lo único que necesitas es aprender a vivir con tus angustias y con las suyas. No ignorarlas y dejar de prestarles atención. A mí me parece que todos estamos un poco ahí. Y creo que es el problema más hermoso del mundo.