01. ¿Qué murallas derriba tu voz en el sigilo de la noche? Esa distancia que cae como un telón entre el vacío y la memoria ardiente de los días.
02. Tu oscuridad gesta luces iridiscentes. Lienzos de tiempo caen como harapos. Sobre ruinas nocturnas gira un pájaro ciego, parvada de recuerdos.
03. (...) Harpas del tiempo que pulsaron su acorde catedral sobre las montañas de tu alma, manantiales de sol palpitando en las fisuras del abismo.
04. Inmemorial flor ágata del desierto con los dueños de la noche habitas, con los cuerpos devorados, caes silente, hecha polvo en el aire, en la infinita nada.
05. Fingimos dormir como impenetrables esferas de cristal. La tierra no consuela sólo despeña su oscura y áspera orfandad. Arriba torres de viento se desmoronan al vacío.
06. Ven a mi sueño, dulce encantada, y en esta idéntica soledad que hoy nos abisma, sigamos deshilvanando juntas en una morada del corazón el ovillo temible del presagio.
07. (...) Oyes el graznido de la última gaviota cerrando su pacto con el rumor dulce de la espuma, y tú, vas y vienes sobre la corriente con el alfabeto del mar entre tus manos.
08. Cuántas veces ardían hogueras en el pozo de tus sueños, jaurías de tempestades que guardaron su sed bajo el humo de un arcángel, la humedad del relámpago para tu voz de fuego.
09. La poesía es parte de mí y vivo día con día para escribir, con horarios y disciplina, es un trabajo muy fuerte, espero que este esfuerzo deje huella, el tiempo y los críticos lo decidirán.