Frases de Mario Levrero - Página 8

01. No podía permitirme sentir miedo, como tampoco podía permitirme volver la mirada hacia las cosas que dejaba atrás.

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02. Todavía no he podido poner en práctica mi sistema de "situarme" idealmente en la nueva casa e imaginar su funcionamiento.

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03. Al mismo tiempo, la idea de la muerte me había servido de incentivo para trabajar y trabajar contrarreloj.

+ Frases de Incentivo


04. De modo que sigo escondiendo las llaves, las claves; sigo demorando el enfrentarme con lo que me va a permitir hacer lo que quiero.

+ Frases de Llave


05. He perdido la voluntad por falta de ejercicio. Por no desear más que aquellas cosas que tengo al alcance de las manos.

+ Frases de Fuerza de voluntad


06. Maugham tiene la virtud de esa mediocridad deliberada. Todas sus reflexiones son casi triviales, y al mismo tiempo son oportunas y exactas.

+ Frases de Mediocridad


07. Sí quiero dejar aquí constancia de mis esfuerzos por librarme de la adicción a la computadora y mejorar mis horarios de sueño.

+ Frases de Adicción


08. Hay cosas importantes para decir, y si se dicen de modo poco apropiado, lo lamentaré, pero esas cosas deben ser escritas.

+ Frases de Importancia


09. Pero como apuntan unánimemente teólogos y santos, uno no es responsable del contenido de sus sueños.

+ Frases de Responsable


10. De pronto, al mirarla, la angustia me subió rápidamente y tuve una sensación de pérdida irreparable.

+ Frases de Pérdida


11. La tarde era tan gris como la estación, como la ciudad como yo mismo. Me siento gris por dentro y por fuera.

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12. Pensé que ahora en París, el tiempo tenía una nueva forma de transcurrir mucho más lenta.

+ Frases de Paso del tiempo

Mario Levrero

Mario Levrero
  • 23 de enero de 1940
  • Peñarol, Montevideo, Uruguay
  • 30 de agosto de 2004
  • Montevideo, Uruguay

Escritor, novelista, fotógrafo, editor y guionista de cómics uruguayo, autor de "París" (1979), "Todo el tiempo" (1982), "El discurso vacío" (1996), "El alma de Gardel" (1996) y "La novela luminosa" (2005).

Sobre Mario Levrero

Mario Levrero nace en Montevideo, hijo único de Mario Varlotta y Nilda Levrero, familia uruguaya de ascendencia italiana y francesa.

Entre los tres y los ocho años de edad (1943-1948) se ve obligado a guardar reposo debido al padecimiento de un soplo cardíaco.

Estudió en la escuela Haití número 8, en el barrio de Peñarol y luego en el liceo Rodó.

Entre 1959 y 1969 junto a un socio y amigo inauguró un negocio de venta de libros usados, mostrando gran habilidad para dirigirlo.

Comenzó a publicar a fines de la década de 1960, siendo las novelas "La ciudad" (1970), "París" (1979), "El lugar" (1982), "El alma de Gardel" (1996), "El discurso vacío" (1996) y su obra póstuma "La novela luminosa" (2005) las más recordadas.

Mario Levrero también publicó varios libros de relatos, entre ellos "La máquina de pensar en Gladys" (1970), textos de difícil clasificación como "Caza de conejos" (1986) e hizo incursiones en la historieta o cómic, fruto de la colaboración con el dibujante Edgardo "Lizán" Lizasoain, junto a quien creó "Santo varón" (1986) y "Los profesionales" (1987).

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